Nanta lanza un nuevo modelo de sostenibilidad, verificado por Aenor: Granja Circular. Esta iniciativa tiene el objetivo de demostrar el grado de sostenibilidad de una explotación ganadera atendiendo a cuatro pilares fundamentales: económico, ambiental, social y bienestar animal.
Granja Circular: la propuesta de Nanta para avanzar en la sostenibilidad de la ganadería
Granja Circular es un esquema o marco de referencia para la evaluación de los pilares de la sostenibilidad de una explotación y la definición de las buenas prácticas para la mejora continua de la misma, clasificadas en un decálogo de sostenibilidad establecido por el propio modelo.
Nanta se centra de esta manera en un modelo de economía circular en el sector ganadero, dando continuidad con Granja Circular a su proyecto Nutrición Sostenible, con el que fue pionera en el área de la reducción de antibióticos en ganadería.
Granja Circular va más allá. Con un enfoque multidisciplinar, incluye varias herramientas de cálculo y evaluación y cuenta con indicadores solventes, medibles y prácticos, siendo posible la verificación de la certificación de sostenibilidad por parte de Aenor.
La sostenibilidad de la explotación en tres fases
Tres fases componen Granja Circular: cálculo de emisiones de la granja, calificación de granja sostenible y aplicación de las Buenas Prácticas Disponibles (BPD).
El primer lugar, el modelo, en base a una serie de datos ofrecidos por la granja, predice y calcula las emisiones (nitrógeno, metano y fósforo) de esta, así como la huella de carbono, por unidad o tipo de animal al año y por granja al año.
En segundo lugar, a partir de unos indicadores – personalizados a la especie valorada – y atendiendo a cada uno de los cuatro pilares ya mencionados (sostenibilidad económica, social, ambiental y bienestar animal), se evalúa y califica a la granja en cuanto a su sostenibilidad.
La evaluación se hace tomando como base el Decálogo de Granja Circular: diez troncos críticos en la sostenibilidad de la ganadería, como por ejemplo la nutrición, gestión sanitaria, bienestar, bioseguridad, circularidad, etc., cuya implementación, en mayor o menor medida, en una granja, determinarán su perfil de sostenibilidad. Cada uno de estos troncos contiene además un manual de buenas prácticas disponibles (BPD) para la mejora continua tras los análisis.
De esta forma, son tres las categorías posibles: Granja A, Granja B y Granja C, en función de los requisitos que cumpla, siendo la primera aquella granja que recopila todos los aspectos de sostenibilidad contemplados en el modelo. Además, tras realizar la auditoría y calificar a la granja, se emite un informe final que aporta recomendaciones respecto a los puntos de mejora detectados.
Según la compañía, con Granja Circular, el ganadero, además de anticiparse a futuros marcos regulatorios más estrictos, podrá dar respuesta a los requerimientos de los nuevos consumidores, cada vez más conscientes de la necesidad de proteger el planeta y exigentes con la sostenibilidad de nuestras actividades.
Esta iniciativa también permite mejorar la rentabilidad de la producción, gracias a una mayor eficiencia en el uso de materias primas y fuentes de energía, además de poner al alcance del productor la posibilidad de diferenciar como empresa ganadera y, en consecuencia, participar en nuevos canales de venta.
Más información en www.nanta.es/granja-circular