Asociación Gallega de Cooperativas Agroalimentarias.
Medidas efectivas que garanticen la rentabilidad y sostenibilidad del sector lácteo gallego. Por AGACA
Asociación Gallega de Cooperativas Agroalimentarias.
Los movimientos iniciados a finales del pasado año por la gran distribución anunciando e imponiendo unilateralmente una bajada de precios de la leche en la cadena de valor comienzan a causar estragos en las rentabilidades de las explotaciones lácteas gallegas ante la escalada de las materias primas de alimentación animal, la subida constante de los costes energéticos y demás costes.
La gran distribución nuevamente considera que las víctimas de sus estrategias comerciales deben ser los productores de leche, los operadores de la cadena más desprotegidos por la normativa oficial de competencia, que, en la práctica, permite el abuso económico de la gran distribución sobre el resto de operadores.
Las cooperativas lácteas no se resignan a esta situación y solicitan urgentemente que el Ministerio intervenga en la cadena del sector y aplique la Ley de la Cadena Alimentaria, pues conoce los precios de las materias primas de alimentación animal, la subida de los costes energéticos y demás costes; conoce los precios de la leche pagados a los ganaderos, dispone del Estudio de la Cadena de Valor y Formación de Precios en Leche Líquida Envasada de Larga Duración (LELD); conoce los precios de cesión de la industria láctea y los precios de los derivados lácteos en el punto de venta de la gran distribución, así como los beneficios de las mismas.
Puede, por tanto, determinar fácilmente quien tiene una posición dominante de oligopolio e intervenir inmediatamente para que la cadena de valor láctea sea sostenible. Sin sustentabilidad económica de la cadena láctea no es posible la sostenibilidad ambiental y social que evite el vaciamiento del medio rural.
Para las cooperativas lácteas es fundamental recuperar el espíritu del Acuerdo Lácteo y usar las herramientas políticas de intervención acordadas en el mismo, para promover una acción en el sector que apele a la sostenibilidad económica en la cadena de valor y en la defensa de los ganaderos y las cooperativas. El propósito a alcanzar es el fortalecimiento de los productores y de las cooperativas ante la anemia que padece el mercado, comprimido por la gran distribución.
El espíritu del Acuerdo Lácteo su pleno desarrollo y aplicación son las vías operativas apropiadas para afrontar los problemas del sector lácteo de Galicia e España, junto con la Ley de la Cadena Alimentaria que debe ser útil y operativa para situaciones como la que actualmente padece el sector.
Es necesario que el Ministerio aborde una modificación de la figura de las Organizaciones de Productores para, con los apoyos públicos necesarios, hacerlas efectivamente reguladoras en un mercado libre y sin excedentes puntuales, y mejorar racionalmente la legislación que afecta a la figura de los primeros compradores lácteos. Debemos buscar la eficacia operativa de estos organismos previstos en la normativa y cumplir con el mandato normativo comunitario del “Paquete Lácteo” adaptando el mismo a la realidad práctica y operativa del sector en España.
Es clave buscar la sostenibilidad en la cadena de valor, actuando sobre la práctica real de competencia, para evitar que los oligopolios de la distribución fijen las rentabilidades fuera de la lógica de los mercados como sucede en este momento.
Según el Observatorio Lácteo de la Unión Europea (UE), los precios de la leche a los ganaderos subieron de media en la UE un 8,4% (de mayo 2020 a mayo 2021). En España, país deficitario en producción láctea, solo subieron un 1,8% en el mismo período. Sin embargo, en el mismo período subieron en países como Irlanda un 22,6%; Bélgica, un 19,3%: Países Bajos, un 15,4%; Polonia, un 13,4%; Alemania, un 10,5%, e, así, sucesivamente.
A esta situación se une la práctica real del “dumping”, que impide sustituir las importaciones masivas de queso o de otros derivados lácteos da Unión Europea. Estos abusos de oligopolio de la gran distribución y las prácticas tradicionales entre países da UE de “dumping” llevan a que los ganaderos reduzcan producción en lo que va de 2021, y a que sigan los abandonos de explotaciones lácteas en una media entre el 5% y el 6% anual. Esta situación no es sostenible, pero no nos resignamos al “sálvese quien pueda”.