Fertinagro Biotech presenta la tecnología Novophos, una revolución en fertilización fosfatada que, a través de un conjunto de aportes tecnológicos que protegen el fósforo aportado y activan el presente en los suelos, ofrece cuatro velocidades distintas de nutrición capaces de garantizar la presencia de este nutriente esencial durante todas las fases de desarrollo del cultivo.
Novophos, el fósforo inteligente de Fertinagro Biotech
Esta tecnología, que permite por primera vez en la historia de la fertilización dotar al cultivo de una nutrición fosfatada completa y equilibrada durante todo su desarrollo, ha sido premiada por el Departamento de Agricultura y la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos.
«Los abonos que únicamente han sido formulados con fósforo soluble al agua y citrato han demostrado una baja eficiencia ya que suponen un aporte excesivo de este nutriente en un espacio de tiempo muy corto para ser asimilado por la planta en los estadios iniciales. Por un lado, todo el fósforo que la planta no aprovecha es bloqueado en el suelo generando grandes pérdidas económicas además de un evidente riesgo de contaminación medioambiental. Por otro, estamos realizando un aporte de fósforo que en ningún caso cubre las necesidades del cultivo durante todo su desarrollo, reduciendo con ello la cantidad y calidad de la cosecha resultante», explican desde Fertinagro Biotech.
Y continúan: «Ahora, gracias a Novophos se consigue el total aprovechamiento de las unidades de fósforo aportadas en los fertilizantes ofreciendo al agricultor una ventaja competitiva, tanto económica como nutricional, frente a los abonos con fósforo tradicional. En definitiva, con menos fósforo conseguimos más, una materia prima vital para el sector agrícola que, al igual que el gas, la electricidad y los transportes marítimos, ha visto incrementado su coste exponencialmente frente a campañas pasadas».
Novophos presenta un concepto diferente. Gracias a la combinación de tres tipos de fósforo tecnológicos que se suman al fósforo tradicional, ofrece cuatro velocidades de disponibilidad para conseguir responder a la demanda real de la nutrición agronómica exigida por la planta en cada fase de su desarrollo.
La primera velocidad arranca en la fase de implantación del cultivo con el aporte de fósforo soluble tradicional, pero en las dosis adecuadas, evitando pérdidas económicas y contaminación medioambiental.
La segunda velocidad se consigue aportando una vez más fósforo tradicional pero esta vez protegido con carbono orgánico seleccionado. Esto permite que no se pierda en el suelo y esté disponible cuando el fósforo tradicional ya ha sido asimilado por la planta.
La tercera, haciendo uso de los propios recursos naturales de la planta, es activada cuando la raíz del cultivo ya se ha desarrollado y comienza a exudar ácidos orgánicos. Son estos ácidos generados por la planta los que se encargan de transformar en asimilable un tercer tipo de fosforo que ha sido tratado tecnológicamente para permanecer en reserva hasta ese momento.
Por último, y quizás la aportación más interesante, entra en juego en la fase final del cultivo la tecnología PLB patentada por Fertinagro. Un conjunto de ácidos orgánicos y micronutrientes exclusivos activan los microorganismos beneficiosos del suelo para que sean ellos los que trabajen y, de manera natural, transformen el fósforo, hasta el momento insoluble, convirtiéndolo en biodisponible y aprovechable por el cultivo.