Según la Comisión Europea, entre las proyecciones del Informe de Perspectivas Agrícolas de la Unión Europea para 2021-31, está que la preocupación de los consumidores por el medio ambiente y el cambio climático hará que se preste más atención al proceso de producción y al origen de los productos cárnicos.
Perspectivas agrícolas 2021-31 en la UE: la sostenibilidad y la salud marcarán el devenir de los mercados
La CE señala que, durante la próxima década, la superficie forestal de la UE seguirá creciendo, respaldada por el reconocimiento del papel de los bosques en el almacenamiento de carbono.
Así, se espera que la producción de leche ecológica aumente, proporcionando un mayor valor económico para los productores, beneficios ambientales y contribuyendo a un mayor bienestar animal.
También se prevé que aumente el consumo de frutas y hortalizas frescas, beneficiándose de una mayor conciencia sobre la salud.
No obstante, para la Comisión continúa habiendo incertidumbres, a pesar de que la demanda posterior al Covid-19 se recuperó, tras la flexibilización de las medidas de confinamiento y las campañas de vacunación que avanzaban en toda la UE.
Sin embargo, la crisis por la situación sanitaria aún no está resuelta, con el riesgo de que puedan darse futuras olas de infección de esta pandemia.
Además, a nivel mundial, la inflación aumentó debido a las medidas de apoyo financiero tras el periodo álgido de la pandemia y al aumento de los precios de la energía y el coste de las materias primas.
Dado que los países de la UE aún no han presentado sus planes estratégicos de la PAC para la nueva PAC, las hipótesis para este ejercicio de perspectivas son que la PAC actual, que entró plenamente en vigor en 2015, seguirá aplicándose incluso más allá del período de transición acordado ( después de 2022).
Aunque se tuvo en cuenta la nueva asignación de recursos del presupuesto de la UE 2021-27, tanto los objetivos y acciones de las estrategias «De la granja a la mesa» y la «Biodiversidad» no se incluyen en este informe de perspectivas.
Este informe proporciona también proyecciones de ingresos agrícolas y laborales, y en relación a aspectos ambientales. En general, se espera que los ingresos agrícolas aumenten ligeramente en la próxima década.
Se prevé que el valor de la producción agrícola de la UE crezca un 0,7% anual en 2021-31 y que el aumento de los costes intermedios se desacelere del 1,8% anual en 2011-21 al 0,7% en 2021-31, aunque los costes de la energía y de los fertilizantes podrían aumentar fuertemente un 2,7% anual. Además, se prevé que el valor añadido neto para las explotaciones agrarias crezca un 1% anual durante el citado periodo.
En términos de mano de obra agrícola, podría haber una disminución anual del 1,3% durante esta próxima década, desacelerándose en comparación con 2011-21, donde se redujo el 1,9% anual.
Este descenso se debe principalmente a la concentración de explotaciones agrarias y al aumento de la mecanización.
A lo largo de la década, según la CE, se requerirá cada vez más especialización y más habilidades técnicas para producir más con menos trabajadores y menores impactos ambientales.
En cuanto a los aspectos ambientales, se aplica el marco político actual, con proyecciones centradas en los balances de nitrógeno y fósforo. No se espera que el balance de nitrógeno promedio para la UE cambie significativamente durante la próxima década, mientras que el balance de fósforo aumentará tanto en el total, como por hectárea.
Hay algunas diferencias a nivel regional, con algunas regiones donde el excedente de nutrientes disminuirá, mientras que en otras aumenta, debido a los mayores insumos de fertilizantes minerales y, en algunos casos, por un aumento en el estiércol del ganado.
El informe proporciona proyecciones para los diferentes mercados agrícolas de la UE durante la próxima década en cultivos herbáceos; mercados de carne y productos lácteo, y cultivos especializados: vino, frutas y hortalizas, aceite de oliva.
Además, el informe de perspectivas ofrece dos escenarios hipotéticos específicos: uno sobre la reducción del consumo de grasas en la UE, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y sus impactos en los mercados agrícolas de la UE para 2031, y otro uno sobre las consecuencias de que China se vuelva autosuficiente en carne y productos lácteos para 2031.