El Comité Económico y Social Europeo (CESE) ha sido la primera institución de la UE en pedir una política alimentaria global, con el objetivo de fomentar dietas saludables a partir de sistemas alimentarios sostenibles; vincular la agricultura con la nutrición y los servicios ecosistémicos, y garantizar cadenas de suministro que salvaguarden la salud pública de todos los sectores de la sociedad europea.
El CESE demanda una política alimentaria global y sistemas alimentarios sostenibles
Dicha política, que ahora se refleja en la Estrategia “De la granja a la mesa” (F2F), debería mejorar la coherencia entre los ámbitos políticos relacionados con los alimentos, crear conciencia sobre el valor de los alimentos y promover sistemas alimentarios sostenibles.
En respuesta a la solicitud de la Presidencia francesa de este dictamen exploratorio, el CESE identifica las siguientes “palancas clave” que deben utilizarse a escala de la UE para salvaguardar la competitividad de los productores europeos, con vistas a garantizar tanto la seguridad alimentaria europea, como la sostenibilidad y precios asequibles para los consumidores:
Entre ellas, el CESE plantea fomentar una autonomía estratégica abierta para la seguridad alimentaria y la sostenibilidad.
Desarrollar, en segundo lugar, tecnologías y semillas innovadoras para poder proporcionar siempre soluciones a los agricultores que se enfrentan a restricciones en las herramientas existentes.
También garantizar la cobertura de “banda ancha” y la digitalización como condición previa para la agricultura de precisión y la robótica, y apoyar las inversiones en tales técnicas sostenibles.
Asimismo, insta a promover y facilitar el acceso a la formación sobre estas nuevas tecnologías para los productores agrícolas, especialmente para los jóvenes agricultores.
Igualmente recomienda garantizar la reciprocidad de las normas y la igualdad de condiciones, mediante la incorporación de las Estrategias “De la granja a la mesa” (F2F) y de Biodiversidad 2030 del Pacto Verde Europeo y sus normas como normas de sostenibilidad mundial en todos los futuros acuerdos comerciales de la UE y su inclusión en los acuerdos comerciales existentes y en los acuerdos de la OMC.
El CESE plantea también promover el valor de los alimentos, fomentando la educación alimentaria entre los consumidores, que contribuya a acercar el sector agrícola a la sociedad, así como garantizar precios justos y la distribución de los ingresos a lo largo de la cadena, mejorar la disposición de los consumidores a pagar precios adecuados para que los alimentos consuman menos pero mejor, y prohibir las prácticas comerciales desleales (PCD) a través de regulaciones ambiciosas;
Propone alinear las prácticas y operaciones de los negocios alimentarios con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y que se garantice la participación estructurada y la participación de la sociedad civil, y de todas las partes interesadas en toda la cadena de suministro alimentario, incluso a través de un Consejo Europeo de Política Alimentaria, fomentando la cooperación en lugar de la competencia.
Palancas clave
El CESE identifica las siguientes “palancas clave” para ayudar a reducir la dependencia de los insumos, incluidos los sintéticos, y mejorar la autonomía de las proteínas de la UE:
Considera que la UE debe apoyar las prácticas de bajos insumos, especialmente en términos de combustibles fósiles y plaguicidas, y fomentar la capacidad de producción de insumos agrícolas en Europa.
Mejorar la autonomía proteica de la UE es deseable desde todos los puntos de vista, añade el CESE. Las importaciones de soja procedentes de terceros países pueden ser responsables de la deforestación, la degradación de los bosques y la destrucción de los ecosistemas naturales en determinados países productores. El desarrollo de legumbres y legumbres con alto contenido de proteínas en la Unión limitaría el uso de las importaciones y, por lo tanto, tendría un impacto positivo en el clima y el medio ambiente;
Al respecto, recomienda organizar y apoyar al sector de las proteínas para promover la producción y convencer a los agricultores, en particular a través de una ambiciosa Política Agrícola Común (PAC), así como mejorar la producción de semillas oleaginosas y tortas de semillas oleaginosas.
Con el objetivo principal de la producción de alimentos, la valoración de las semillas oleaginosas se basa en la valoración tanto del aceite como de las tortas, y no se puede disociar. Esto permite mejorar la producción sostenible de alimentos y energía.
Plantea también reforzar la acción de la UE para proteger y restaurar los bosques del mundo, en particular mediante una mejora del actual sistema de certificación forestal (PEFC, FSC) para aprobar productos que no contribuyen a la deforestación.
Insta, igualmente, a desarrollar cadenas de suministro cortas, justas y transparentes y garantizar que la transición hacia una agricultura sostenible se lleve a cabo con un enfoque progresivo para preservar los equilibrios existentes.
En otro apartado, pide garantizar la realización del derecho a la alimentación para todos, en particular para las personas en situación de inseguridad económica y social, y facilitar la experimentación en materia de innovación social. La ayuda alimentaria debe seguir siendo una política obligatoria en los Estados miembros y se debe garantizar que los alimentos puedan producirse en todas las partes de la UE.
Por último, el CESE acoge con satisfacción el “Plan de contingencia para garantizar el suministro de alimentos y la seguridad alimentaria en tiempos de crisis” y la propuesta de creación de un Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria (EFSCM), y recomienda que estas disposiciones se integren en una política alimentaria global. El CESE pide un papel activo en el grupo específico de expertos.
Documento adjunto: EESC-2021-05472-00-00-AC-TRA-ES