La organización agraria COAG ha llamado la atención por la situación de pre-alerta y alerta por sequía en el que se encuentra muchos de los cultivos en el campo español. Es más, ha señalado que si no llueve de forma abundante en las próximas tres o cuatro semanas varios cultivos podrían ver dañados sus rendimientos entre un 60 y un 80%.
Alerta por sequía en la mitad del campo y los regantes piden que se invierta en obras de regulación del agua
Cereales de invierno, olivar, viñedo y almendros de secano, junto a pastos para ganadería extensiva y apicultura estarían ahora mismo entre los sectores más afectados. Por CC.AA., Andalucía, el sur de Extremadura y Castilla-La Mancha, así como varias comarcas de la Región de Murcia y las provincias de Lleida y Girona son las que registran la situación más crítica en estos momentos en el ámbito agrario.
COAG señala, además, que existe bastante preocupación e incertidumbre ante el próximo inicio de la campaña de regadío, porque si no hay precipitaciones en el corto-medio plazo, podrían producirse nuevas restricciones en el uso del agua ante el bajo nivel de los embalses y pantanos.
Informe completo de COAG en pdf y vídeo con testimonios:
INFORME SOBRE SEQUIA Y SECTOR AGRARIO
https://drive.google.com/drive/folders/15D-64DHF8FI6g3ZGxJ8-Yyw-VVv6ra6i?usp=sharing
Falta de inversión
Por otro lado, la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore) alertó también de que la falta de inversión en obras de regulación agravará la amenaza que suponen las sequías para España, después de que las reservas de agua hayan vuelto a caer hasta el 44,8%, es decir, casi 15 puntos por debajo de la media de los últimos 10 años.
En este escenario, Fenacore lamenta que se hayan ejecutado sólo dos de cada diez euros de la inversión prevista en los anteriores planes hidrológicos. Es decir, un porcentaje elevado de las obras de regulación y de infraestructuras hidráulicas de interés general no se han realizado, pese a recogerse en los sucesivos planes y resultar determinantes para mitigar impactos del cambio climático como las sequías, que en los últimos 50 años han provocado la muerte de 650.000 personas en el mundo y a tenor de las proyecciones cada vez serán más frecuentes en países con climas áridos y semiáridos como el nuestro.
En este contexto, los regantes indican que la desertificación se ha convertido en uno de los mayores problemas ambientales, al afectar al 37% de la superficie terrestre del Planeta e impactar sobre 3.000 millones de personas.
En el caso concreto de España, según el Miterd, nuestro país cuenta con un 74% de zonas secas y con más de 9 millones de hectáreas catalogadas como de riesgo alto o muy alto de desertificación.
Asimismo, esta Federación explica que las obras de regulación son fundamentales a la hora de combatir las sequías, al permitir embalsar agua en las épocas de lluvia para distribuirla y usarla cuando se necesite, lo que en estos momentos resultaría especialmente relevante para las cuencas de la mitad sur de España, que se encuentran a alrededor del 30% de su capacidad, y también para territorios de Cataluña, donde el uso del agua para el riego agrícola ya comienza a sufrir restricciones.
Finalmente, Fenacore apunta que la mayoría de los países europeos pueden aprovechar de forma natural más de un 40% de sus recursos hídricos, mientras que en España este aprovechamiento en régimen natural se reduce al 9%.
De ahí, la necesidad de las obras de regulación para almacenar agua. Y es que, a juicio de la Federación, en España, sin embalses, en el estiaje de verano de los ríos, sólo se podrían abastecer en torno a 5 millones de habitantes.
A la hora de regular las cuencas, los regantes respaldan la obligación de respetar el medio ambiente y de someter cualquier obra hidráulica a los pertinentes análisis ambientales, hidrológicos, sociales y económicos.
Sin embargo, en contra de la posición radical de algunos grupos ecologistas, Fenacore defiende la regulación también para paliar los efectos negativos de las sequías.
En esta línea, la Federación critica duramente que los próximo Planes Hidrológicos de los que dependerá la gestión del agua durante las próximas décadas establezcan propuestas de caudales ecológicos para acercar el funcionamiento del río a su régimen natural, lo que anularía la función de regulación que cumplen nuestros embalses, pudiendo llegar a vaciarlos y, así, representando una seria amenaza para la satisfacción de las demandas, o lo que es lo mismo, para la producción de alimentos.
La reseva hídrica sigue a la baja
La reserva hídrica española está al 44,6% de su capacidad total. Los embalses almacenan actualmente 25.042 hectómetros cúbicos (hm³) de agua, disminuyendo en la última semana en 88 hectómetros cúbicos (el 0,2% de la capacidad total actual de los embalses),según el Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd).
Las resevas actuales están casi en un 24% por debaojo de las que había en 2020 por estas mismas fechas (32.842 Hm3) y también son un 26,6% inferiores a la media de los últimos 10 años (34.123 Hm3).
La reserva por ámbitos es la siguiente: Cantábrico Oriental se encuentra al 86,3%; Cantábrico Occidental al 63,1%; Miño-Sil al 53,5%; Galicia Costa al 61,8%; Cuencas internas del País Vasco al 95,2%; Duero al 49,5% ;Tajo al 46,0%; Guadiana al 30,5%; Tinto, Odiel y Piedras al 74,2%; Guadalete-Barbate al 29,8%; Guadalquivir al 28,5%; Cuenca Mediterránea Andaluza al 30,6%; Segura al 34,7%; Júcar al 54,5%; Ebro al 66,0%; Cuencas internas de Cataluña al 56,4%.
Las precipitaciones han sido escasas en la vertiente Atlántica y muy escasas en la vertiente Mediterránea en esta última semana. La máxima se ha producido en Bilbao-Bilbo con 14,1 mm (14,1 l/m²).