Barcelona acoge del 16 al 18 de mayo el Congreso Mundial de Semillas 2022 que organiza la Federación Internacional de Semillas y que este año va a contar con la colaboración de las asociaciones españolas de semillas Anove y Aprose. Este evento devuelve al menos en parte al formato presencial el encuentro más importante del sector semillero mundial, después de haber sido aplazado hace dos años por la pandemia del Covid-19.
Barcelona acoge del 16 al 18 de mayo el Congreso Mundial de Semillas 2022
En esta 73 edición, participarán más de 2.000 profesionales pertenecientes a 200 empresas de 60 países. Además de organizar el encuentro presencial en el Fira Barcelona Gran Vía, al que acudirán más de 1.000 especialistas, aproximadamente otras 1.000 personas pondrá seguir la actividad congresual a través de la plataforma online Channel World Seed, donde se retransmitirán los aspectos más destacados de las principales sesiones y otros contenidos del Congreso, instaurando así un formato híbrido, en tanto que no se recupere en todos los países del mundo una movilidad plenamente normal.
A la luz de la guerra en Ucrania, se celebrará una mesa redonda sobre la necesidad crítica de seguir suministrando semillas a las zonas de conflicto. ISF publicó recientemente una declaración, en la que pide a la comunidad internacional que habilite vías verdes para los insumos agrícolas.
“El tema del congreso («Sembrando un futuro vibrante») adquiere hoy un significado totalmente nuevo, ya que nos enfrentamos a la inimaginable guerra de Ucrania. Las semillas son el punto de partida de la cadena alimentaria, y sólo a través de la paz y la cooperación podemos hacer que las semillas de calidad sean accesibles para todos y garantizar la seguridad alimentaria en todas partes», apuntaba Michael Keller, secretario general de ISF.
El programa del Congreso contará con reuniones de grupos especializados y mesas redondas relativas a los temas más importantes relacionados con el sector de las semillas: la innovación e investigación científica en la mejora vegetal, sus aportaciones a la cadena de valor alimentaria, propiedad intelectual, lucha contra las prácticas ilegales, cambio climático y resistencia de las semillas, el papel de los fitosanitarios o la contribución de las semillas a la agricultura sostenible.
El Congreso también reserva un amplio espacio para los intercambios comerciales, con mesas de negociación y exposiciones.
«Reunirnos de nuevo en persona, después de dos años, nos da una oportunidad única de revisar la situación del comercio internacional de semillas y extraer valiosas lecciones de nuestra experiencia con la Covid-19 para seguir luchando por una normativa coherente en un mundo en el que la interdependencia de las semillas es una realidad. Consideramos este congreso como un paso decisivo para alinear aún más el sector de las semillas a los sistemas alimentarios y contribuir a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible que la ONU ha propuesto a toda la humanidad como retos decisivos», añadía Keller.
En la Unión Europea, el sector de la mejora genética factura unos 7.000 millones de euros y emplea a unas 50.000 personas, una cuarta parte de ellas dedicadas específicamente a la investigación. De media, el sector reinvierte hasta el 30% de sus beneficios en investigación y desarrollo, lo que permite un ciclo de innovación y desarrollo de nuevas variedades de cultivo. Por su parte, el mercado español de semillas, que en 2020 alcanzó una facturación aproximada de 750 millones de euros, es el tercero de Europa y el decimotercero a nivel mundial.
