La evolución de la producción agraria en las últimas décadas ha estado marcada por la alta fertilización de los cultivos, un factor determinante en el aumento de la productividad. Sin embargo, la producción intensiva de cultivos, con variedades de alto rendimiento, se ha convertido en un importante motivo de preocupación. En este artículo analizamos la situación.
En términos generales, de todo el fertilizante aplicado en los cultivos, sólo la mitad es absorbida por las plantas. Más concretamente, del nitrógeno aplicado en los cultivos, entre el 50% y el 70% puede ser transferido a los ecosistemas naturales originando múltiples efectos en los sistemas atmosféricos y causando eutrofización en los sistemas acuáticos.