Para ilustrar la importancia que tiene en la rentabilidad de las granjas seleccionar animales más resistentes a padecer problemas de salud, en este artículo se presentan parte de los resultados de dos estudios en los que se han cuantificado las pérdidas de producción de leche en los dos primeros meses de lactación, y en la lactación completa, que ocasionan algunas patologías diagnosticadas en los primeros días post parto, así como los costes que suponen para la explotación ganadera. En el primer trabajo (Pérez-Cabal et al., 2019) se analizaron las pérdidas de producción por el diagnóstico de desplazamiento de abomaso, mamitis, metritis y retención de placenta. El segundo trabajo (Velarde, 2020) se centró específicamente en el desplazamiento de abomaso y la repercusión en la producción en los primeros 67 días y en la lactación completa estandarizada a 305 días.
El objetivo de selección de reproductores en el vacuno de leche en los últimos años ha pasado de centrarse en la producción lechera a buscar un equilibrio con la funcionalidad de la vaca. Los animales funcionales son aquellos que, teniendo un nivel alto de producción, mantienen un buen estado de salud y reproductivo, lo que supone un enorme beneficio al bienestar del animal, evita costes adicionales en la granja y es una garantía para la seguridad alimentaria al reducir el uso de antibióticos. Seleccionar genéticamente animales menos susceptibles a contraer enfermedades implica incorporar los caracteres de salud en los programas de mejora genética y, para ello, se requiere disponer de un volumen de datos importante y fiable.