El Gobierno, a petición del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miterd), aprobó este martes 21 de junio la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación (ENLD), actualizando de esta forma el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, publicado en 2008.
La ENLD pretende contribuir a la conservación y mejora del capital natural asociado a las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, y avanzar en la mitigación y restauración de las zonas degradadas.
Casi tres cuartas partes, el 74% de todo el territorio español, es susceptible de ser desertificado, según el diagnóstico que incorpora la Estrategia, siendo las principales causas el cambio climático y la explotación insostenible de los recursos naturales
La Estrategia propone acciones y medidas hasta 2030, como la elaboración de un Plan de restauración de terrenos afectados por la desertificación; el desarrollo de una Red de proyectos piloto, y una Ley de conservación y uso sostenible de los suelos.
Según el Miterd, la ENLD se ha elaborado de forma participativa, junto a otros Ministerios, las CC.AA., instituciones científicas y organizaciones no gubernamentales
Esta nueva Estrategia asegura el cumplimiento de los compromisos de España, como parte de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD), a la vez que establece un marco para las políticas e iniciativas de lucha contra esta amenaza en España, asegurando la coordinación entre ellas y su efectividad.
El objetivo general es contribuir a la conservación y mejora del capital natural asociado a las tierras de las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas de España, y avanzar hacia la neutralidad en la degradación de las tierras mediante la prevención y mitigación de la desertificación y la restauración de las zonas degradadas.
Riesgo de desertificación
La desertificación y la degradación de las tierras afectan especialmente a África, pero también a Europa, particularmente a la Región Mediterránea. Según el diagnóstico de la ENLD, el 74% del territorio español se encuentra en tierras áridas, semiáridas o subhúmedas secas y, por tanto, susceptibles de ser afectadas por los procesos de desertificación.
en su diagnóstico, además, identifica numerosos impulsores de la desertificación en España, incluyendo causas económicas, como la intensificación de la agricultura y la ganadería, y la sobreexplotación de los recursos hídricos; sociales, como la despoblación de las zonas rurales y el abandono de los terrenos forestales; y ambientales, como el cambio climático y los incendios forestales.
Asimismo, los impactos de la desertificación también comportan costes económicos, sociales y ambientales: desde la pérdida de productividad de los suelos o la disminución de los beneficios agrarios hasta el agravamiento de la despoblación, la disminución de patrimonio cultural, la pérdida de biodiversidad o la exacerbación del cambio climático.
Al respecto, la ENLD identifica cinco escenarios principales afectados por la desertificación en España: cultivos afectados por la erosión, zonas de regadío afectadas por la desertificación, paisajes asociados a la intensificación insostenible de la ganadería, terrenos agrícolas abandonados y bosques con insuficiencia de gestión.
Acciones propuestas
Respondiendo a las debilidades y amenazas identificados en el análisis DAFO, realizado como parte del diagnóstico, la ENLD incluye la propuesta de numerosas acciones y medidas a llevar a cabo hasta 2030 en torno a tres ejes: Territorio, Capacitación institucional y gobernanza y Actuaciones para la mejora del conocimiento, de la transferencia y de la participación de la sociedad.
Destacan la realización de un Plan de restauración de terrenos afectados por la desertificación; el desarrollo de una red de proyectos piloto y demostrativos de lucha contra la desertificación; la puesta en marcha de un Inventario Nacional de Suelos; la aplicación de buenas prácticas de gestión sostenible de la tierra en el sector agrario, forestal y de los recursos hídricos; la creación de un Consejo y un Comité Nacional de Lucha contra la Desertificación; la elaboración de una Ley de conservación y uso sostenible de los suelos; la elaboración de un atlas de desertificación en España; el establecimiento de una plataforma de consulta e intercambio de información; la organización de mesas y talleres participativos y la promoción y el apoyo a iniciativas internacionales en el ámbito de la CNULD.
La puesta en marcha de la Estrategia se desarrollará a través de dos Programas de Acción Nacional cuatrienales. Los programas contendrán las acciones concretas a desarrollar por la Administración General del Estado en el marco de sus competencias durante la vigencia de estos.
El primer programa de trabajo se aprobará dentro del primer año tras la aprobación de la ENLD y abarcará el periodo 2023-2026.
El segundo programa está previsto que se desarrolle en el periodo 2027-2030.
Desafío mundial
Según el Miterd, la Estrategia se ha elaborado de forma participativa, contando con la colaboración de otros Ministerios, de la CC.AA., instituciones científicas y organizaciones no gubernamentales.
Su publicación tiene lugar en un año en el que la desertificación está teniendo especial relevancia mundial y nacional. La 15ª Conferencia de las Partes de la CNULD tuvo lugar en mayo en Abiyán (Costa de Marfil) y contó con la participación del secretario de Estado de Medio Ambiente de España, Hugo Morán.
Por otro lado, España hospedó en 2022 el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía y, junto con la secretaría de la CNULD, organizó el pasado 17 de junio un evento conmemorativo en Madrid, que contó con la participación del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres; el secretario ejecutivo de la UNCCD, Ibrahim Thiaw; el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virginijus Sinkevičius; el presidente de la COP15, Alain-Richard Donwahi; la vicepresidenta Teresa Ribera y la activista ambiental Patricia Kombo.