En relación a las informaciones sobre “posibles desabastecimiento de pollo tras el verano”, la interprofesional AVIANZA muestra su compromiso con los consumidores españoles y llama a la responsabilidad de todos los integrantes de la cadena alimentaria.
No trasladar mensajes críticos a los consumidores. Por Avianza
Desde Avianza, la Asociación Interprofesional Española de Carne Avícola, que representa al 90% de la producción de carne de pollo, pavo y codorniz de nuestro país, consideramos necesario hacer un llamamiento a la responsabilidad de toda la cadena alimentaria para trasladar confianza a los consumidores españoles en un momento, de nuevo, de máxima tensión en el mercado.
Representamos la actividad de más de 5.000 granjas, 280 centros de producción, 120 mataderos, así como 65 empresas integradoras, lo que supone más de 40.000 profesionales vinculados al sector de forma directa e indirecta. Un sector que integra la actividad de granjeros, veterinarios, productores de materias primas, mataderos, centros de despiece y producción, empresas comercializadoras, logística, especialistas en genética, comercio exterior, sostenibilidad, innovación, etc.
Nuestra misión ha sido y es velar por la defensa de un sector prioritario en el ámbito agroganadero de nuestro país, donde la carne avícola es la más consumida en España, y que representó un volumen de más de 1,4 millones de toneladas de pollo vivo producido en 2021.
Desde marzo de 2020, cuando comenzó la crisis sanitaria provocada por la pandemia del COVID19 y sus consecuencias económicas y sociales, hemos sido uno de los sectores más castigados por el incremento de materias primas para la producción de piensos, de la energía, transporte, medidas adicionales de control sanitario, subida de insumos, guerra de Ucrania, huelga de transportes, etc.
Y en todo momento, nuestras empresas y profesionales han mantenido su actividad para asegurar el abastecimiento de carne avícola a los consumidores, incluso en los peores momentos del confinamiento. Somos, por tanto, un sector responsable, comprometido, que aboga por la cooperación constante, y esto lo hemos realizado a pesar de las grandes dificultades que han tenido tanto los mencionados profesionales como las empresas implicadas.
Por eso, como sector avícola hemos permanecido unidos para exigir tanto a administraciones públicas españolas, como europeas, así como al sector de la distribución, principal comercializador de nuestros productos, la adopción de medidas para corresponder a los grandes esfuerzos humanos y empresariales asumidos para mantener nuestra producción en todo momento.
Es necesario avanzar en la ponderación de las ayudas públicas a un sector que por su peso está
infravalorado, con partidas que no se corresponden con nuestro volumen o importancia en la
economía. Todo ello, dentro de un diálogo constructivo y a la vez firme con las administraciones.
También hemos pedido esa responsabilidad a los canales de distribución, con la revisión de acuerdos comerciales que se adaptaran a las nuevas coyunturas macroeconómicas, pues toda la cadena de producción, desde la genética a la crianza, pasando por la producción, procesado y comercialización de producto se encuentra exhausta tras más de dos años de esfuerzos continuados.
Algunos datos muestran la dimensión de una situación insostenible, pues la realidad y las cifras son alarmantes para todos los que forman parte de la cadena de producción.
• Se ha pasado de un precio de 36.2 euros/MWh a 289.62 €/MWh según datos del Operador
del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE). El coste de la energía es clave para las granjas,
mataderos, centros de producción, logística y transporte, etc.
• Si a esto le sumamos que los cereales se han incrementado pasamos de tener un coste medio
del pienso de 300 euros/tonelada durante los últimos 5 años a estar en más de 500
euros/tonelada en 2022.
• Asimismo, del coste de producción por kilo de pollo, un 70% va para el pienso. Estos costes
lo han estado asumiendo las empresas de integración con toda responsabilidad para seguir
llevando la carne de ave a la población. Por ejemplo, las integradoras llevan un incremento
de costes de un 40% de costes desde enero de 2022 y solo se les ha repercutido un 15,5 %.
Como decíamos, el sector avícola lo componen infinidad de actores más como la investigación
genética, la crianza en granja, la producción o procesado, la comercialización, la mano de obra, el sector del plástico y cartonaje, la logística, etc. todas estas ramificaciones están en estado crítico.
Coincidimos, y así lo trasladamos a todos los agentes implicados en el sector, que se necesita el
cumplimiento de la Ley de la Cadena, pero en tiempo real y de una forma justa y para que esto sea así necesitamos responsabilidad por parte de la distribución para realizar una retribución acorde al incremento de todas estas partidas.
Como decíamos, el sector avícola en su conjunto está exhausto, con todas las empresas asumiendo pérdidas críticas, pero de nuevo, como en ocasiones anteriores, la unión de todos nosotros, así como la defensa común de nuestros objetivos será clave para superarlo. Como interprofesional que representa a ese 90% del sector avícola, reafirmamos más que nunca nuestro compromiso para trabajar en ello.
Por tanto, y lo más importante, llamamos a la responsabilidad para no trasladar mensajes críticos como “posible desabastecimiento” a los consumidores, pues pueden generar aún más incertidumbre a una situación social y económica de por sí tensionada.
Como asociación, representamos los intereses de todo el sector, y las empresas integradoras pertenecientes a esta interprofesional trasladan su compromiso a la sociedad para seguir llevando el producto necesario a sus hogares, mientras que reiteran su voluntad de seguir colaborando para, de forma unida, demandar soluciones y la ayuda necesaria para que nuestro sector avícola se vea correspondido con las ayudas y la corresponsabilidad necesaria del resto de la Cadena Alimentaria.