La organización conservacionista WWF lamentó la falta de ambición y de voluntad política del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE en la reunión en el que se debatió sobre el futuro reglamento de deforestación importada.
Esta organización espera que en los próximos pasos de la negociación, especialmente por parte del Parlamento Europeo, se afronten estas debilidades y se propongan enmiendas de calado para asegurar unas cadenas de valor libres de deforestación y de violación a los derechos humanos.
Según Enrique Segovia, director de Conservación de WWF, “lamentamos la falta de ambición del Consejo de la UE y que el Gobierno español no haya mantenido un compromiso mayor en línea con las recomendaciones científicas y la actual emergencia climática, para garantizar que las importaciones españolas no contribuyen a agravar la deforestación global, especialmente siendo España el tercer país de la UE con mayor responsabilidad en la deforestación.”
Europa es uno de los mayores impulsores de la deforestación global en el mundo, sólo superado por China. La UE es responsable del 16% de la deforestación tropical vinculada al comercio internacional, a través de las importaciones de productos básicos como la carne de vacuno, la soja, el aceite de palma, el caucho, la madera, el cacao y el café y sus productos derivados.
Mientras, España es el tercer país de la UE con mayor responsabilidad en la deforestación de los bosques tropicales.
Según WWF, la propuesta de la Comisión Europea publicada el pasado mes de noviembre incluía elementos esperanzadores. Exigía que los productos que entraran en el mercado de la UE estuvieran libres de deforestación y degradación forestal.
También se preveían fuertes medidas para hacer cumplir la legislación en toda la UE, incluyendo un número mínimo de controles y multas que debían ser proporcionales al daño ambiental causado y a su valor, y un marco más claro para los Estados miembro sobre las formas de llevar a cabo los controles.
Aunque quedaban algunas lagunas, como la protección de otros ecosistemas valiosos más allá de los bosques en el ámbito de la legislación y que la norma se ampliase a otros productos, como el caucho o el maíz.
Sin embargo, tras la votación del Consejo, el compromiso europeo queda en entredicho. Los Estados miembros han propuesto eliminar muchos elementos clave del reglamento.
La definición de “degradación forestal”, según esta ONG, solo recoge la que afecta a los bosques primarios, que son transformados en plantaciones y otras tierras forestales, dejando fuera muchas otras formas de destrucción de los bosques. Y, añade, que se permitirá a las empresas que se abastezcan en países de «bajo riesgo» de deforestación realizar una diligencia debida simplificada.
Además, se ha eliminado el número mínimo de controles a realizar para asegurar la correcta aplicación del reglamento.
Por último, el Consejo de la UE no incluyó otros ecosistemas más allá de los bosques que también están amenazados como las sabanas, lo que aumentará gravemente la presión sobre espacios únicos, como el Cerrado en Brasil.
WWF recuerda que la propuesta del Consejo de Ministros desoye la petición de 1,2 millones de ciudadanos europeos, de la industria y de los científicos que se manifestaron a favor de una ley que impida la destrucción de la Naturaleza en el mercado de la UE.
La pelota, señala esta organización, está ahora en el Parlamento Europeo, donde WWF espera que en sus próximas votaciones sobre la ley, «los eurodiputados den una respuesta contundente a la posición del Consejo de la UE y propongan enmiendas de calado para asegurar tener nuestros platos libres de deforestación en las negociaciones pendientes.»
Posición del Consejo
El Consejo de Medio Ambiente de la UE adoptó este 28 de junio su posición negociadora (orientación general) sobre una propuesta de la Comisión para limitar el consumo de productos que contribuyen a la deforestación o la degradación forestal.
Para la ministra francesa para la Transición y Energética, Agnès Pannier-Runacher, que ocupa la presidencia semestral de la UE, «debemos asegurarnos de que los productos que consumimos en casa no contribuyan a agotar las reservas forestales del Planeta. El texto innovador, que hemos aprobado permitirá luchar contra la deforestación, dentro de la Unión Europea, pero también fuera de ella. Este es un gran paso adelante que también ilustra nuestra ambición por el clima y por la biodiversidad.»
Según la ministra francesa, «el Consejo acordó establecer normas obligatorias de diligencia debida para todos los operadores y comerciantes que introduzcan, pongan a disposición o exporten los siguientes productos del mercado de la UE: aceite de palma, carne de vacuno, madera, café, cacao y soja. Las normas también se aplican a una serie de productos derivados, como el cuero, el chocolate y los muebles.
El Consejo simplificó y aclaró el sistema de diligencia debida, preservando al mismo tiempo un fuerte nivel de ambición medioambiental. El enfoque general evita así que se dupliquen las obligaciones y reduce la carga administrativa para los operadores y las autoridades de los Estados miembros.
También añade la posibilidad de que los pequeños operadores confíen en los operadores más grandes para preparar las declaraciones de diligencia debida.
El Consejo acordó establecer un sistema de evaluación comparativa, que asigna a terceros países y a los países de la UE un nivel de riesgo relacionado con la deforestación (bajo, estándar o alto).
La categoría de riesgo determinaría el nivel de las obligaciones específicas de los operadores y las autoridades de los Estados miembros para llevar a cabo inspecciones y controles.
Esto significaría una mayor supervisión para los países de alto riesgo y una diligencia debida simplificada para los países de bajo riesgo.
El Consejo aclaró las obligaciones de control y estableció objetivos cuantificados de niveles mínimos de control para los países de riesgo estándar y alto. El propósito es establecer medidas efectivas y específicas.
El Consejo mantuvo las disposiciones relativas a las sanciones efectivas, proporcionadas y disuasorias y a la cooperación reforzada con los países socios, como propuso la Comisión.
No obstante, modificó la definición de «degradación forestal» para que se refiera a los cambios estructurales de la cubierta forestal, adoptando la forma de la conversión de bosques primarios en bosques de plantaciones o en otras tierras boscosas.
Por último, el Consejo reforzó los aspectos del texto relacionados con los derechos humanos, en particular añadiendo varias referencias a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas.
Próximos pasos
La Comisión Europea publicó su propuesta de Reglamento el 17 de noviembre de 2021. El principal impulsor de la deforestación mundial y la degradación de los bosques es la expansión de las tierras agrícolas, que está vinculada a la producción de los productos básicos incluidos en el ámbito de aplicación del Reglamento.
Como importante consumidor de estos productos básicos, la UE puede reducir su impacto en la deforestación mundial y la degradación forestal mediante la adopción de nuevas normas para regular la entrada en el mercado de la UE y la exportación desde la UE de estos productos básicos de una manera que garantice que estos productos y cadenas de suministro estén «libres de deforestación».
Propuesta de reglamento de la Comisión sobre los productos libres de deforestación