Hasta siempre. Por Agustín Herrero.
En el año 1988, un veterinario llamado Sebastián Lozano, que en aquel momento era el director general de AECA (Asociación Española de Cooperativas Agrarias), compañero mío en la Facultad de Madrid, me llamó para que me incorporara a trabajar en esa asociación de cooperativas y tras valorarlo, decidí incorporarme.
Por Agustín Herrero, director general de Cooperativas Agro-alimentarias de España.
Desde entonces hasta ahora, he estado trabajando en la actual Cooperativas Agro-alimentarias de España, en distintos puestos, hasta llegar a la dirección general en enero de 2016.
En todo este periodo ha habido muchos cambios. El cooperativismo agroalimentario ha ido experimentando una evolución paralela a la del propio sector y hoy, las cooperativas punteras, ocupan los primeros puestos del ranking agroalimentario en sus respectivos sectores, lo que es motivo de un inmenso orgullo para mí.
La organización cooperativa también ha cambiado mucho. Desde los inicios en los que lo importante era “estar”, abrirse un hueco en el mundo agroalimentario, hasta ahora, donde nuestra Organización es una de las más importantes y respetadas en este ámbito.
Hoy nuestra Organización no solo es un referente imprescindible para las Administraciones, sino que nuestra presencia en las interprofesionales y en otros foros sectoriales nos ha convertido en actores principales de las políticas y dinámicas sectoriales.
Y además de este papel representativo, nuestra Organización hoy tiene un papel dinamizador de las cooperativas españolas, acompañándolas en todo el proceso de adaptación a las nuevas y difíciles circunstancias actuales y retos de futuro.
Obviamente, toda esta evolución es obra de ese conjunto de personas que constituyen lo que podríamos llamar el “core” de la Organización, los sucesivos Consejos y los equipos técnicos que, a lo largo de todos estos años, hemos puesto lo mejor de nosotros mismos en el empeño de generar las mejores condiciones posibles para el desarrollo de las cooperativas. Y aquí, modestamente, aparece mi contribución al resultado, como uno más, en distintos puestos de responsabilidad, junto al resto de mis compañeros.
En las últimas semanas, he sido objeto de numerosos homenajes por mi próxima jubilación. Estoy eternamente agradecido a tanto reconocimiento, por haber trabajado a favor de una causa justa y noble como es el cooperativismo agroalimentario, que es, desde mi punto de vista la mejor herramienta que tienen los agricultores y ganaderos para adaptarse y sobrevivir en el nuevo escenario de sostenibilidad que hay que afrontar.
Deseo un futuro repleto de éxitos para las cooperativas agroalimentarias españolas, que no va a caer del cielo, hay que trabajarlo día a día, con visión de futuro y con generosidad. Las alianzas, las colaboraciones y la intercooperación van a ser más necesarias que nunca en este difícil momento. En solitario, el camino va a ser mucho más duro.
Después de tantos años en esta noble tarea formáis parte de mi persona. Siempre estaréis en mis pensamientos. Hasta siempre.