La Comisión Europea prolongará a la campaña de 2023 (siembras de otoño-invierno de 2022 y primavera de 2023 en el marco de la campaña de comercialización 2023/24), la excepcionalidad a las normas de condicionalidad sobre diversificación y rotación de cultivos y a las tierras de barbecho de la Política Agraria Común (PAC).
El objetivo de esta prórroga es incrementar la producción agrícola. En un comunicado difundido este viernes 22 de julio, la Comisión dio a conocer una propuesta de reglamento con estas medidas excepcionales, solicitadas por España y otros Estados miembros.
En concreto, las medidas contenidas en la propuesta de reglamento se refieren a la derogación de dos de las denominadas Buenas Condiciones Agrarias y Medioambientales (BCAM) de la condicionalidad reforzada, establecidas según el reglamento por el que se regula la nueva PAC 2023-2027.
Por un lado, se propone la derogación de la BCAM 7, en la que se regulan las prácticas de diversificación y rotación de cultivos.
Según el Ministerio de Agricultura, esto supondría que no sería obligatorio en el año 2023 (siembras de otoño-invierno de 2022 y primavera) realizar dichas prácticas para poder cobrar los pagos directos y determinadas ayudas de Desarrollo Rural de la PAC.
Por otro, respecto a la norma incluida en la BCAM 8, que obliga a dedicar anualmente al menos un 4% de la tierra de cultivo a superficies y elementos no productivos, incluido el barbecho, la excepción que propone la Comisión es que estas superficies puedan se cultivadas de herbáceos extensivos, pero siempre que no sea de maíz y soja.
Ambas excepciones a las reglas normales de la condicionalidad podrán aplicarse en 2023, sin considerar que se produce un incumplimiento de la condicionalidad y, por tanto, sin que dé lugar a una reducción de los pagos de la PAC para el agricultor.
Estas dos excepciones serán de aplicación voluntaria por parte de los Estados miembros, pero España ya había solicitado en varias ocasiones a la Comisión Europea la flexibilización de estas medidas, dada la situación provocada por la invasión rusa de Ucrania, por lo que está previsto que en nuestro país se apliquen ambas, señala el MAPA.
Ello requerirá, por tanto, realizar los cambios necesarios en la normativa nacional, una vez se finalice la tramitación de la propuesta de reglamento, dada a conocer este viernes.
La Comisión Europea estima que con esta medida se podrán poner en producción un total de 1,5 millones de hectáreas en el conjunto de la Unión Europea.
El impacto real de la medida dependerá de las decisiones que tomen para su aplicación los Estados miembros y las que, posteriormente, tomen los agricultores en el momento de realizar sus siembras.