Suenan las alarmas en el sector agroalimentario de la UE ante la crisis energética

Suenan las alarmas en el sector agroalimentario de la UE ante la crisis energética

Según las asociaciones de la cadena agroalimentaria, COPA-Cogeca, Primary Food Processors (PFP) y FoodDrinkEurope, muchos operadores del sector agroalimentario de la UE están luchando por mantener su negocio ante el rápido aumento de los costes de los insumos y los fenómenos meteorológicos extremos.

Estas asociaciones europeas de la producción y transformación agraria (COPA-Cogeca) de la industria de la alimentación y bebidas (FoodDrinkEurope) y del procesamiento y transformación de productos primarios (Primary Food Processors) destacan las grandes dificultades en que se encuentra el sector agroalimentario, de cara a que su opinión sea conocida en el Consejo Extraordinario de Energía de este viernes 9 de septiembre y antes del discurso anual sobre el Estado de la Unión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la próxima semana.

 

Estas asociaciones europeas de la producción y transformación agraria (COPA-Cogeca) de la industria de la alimentación y bebidas (FoodDrinkEurope) y del procesamiento y transformación de productos primarios (Primary Food Processors) destacan las grandes dificultades en que se encuentra el sector agroalimentario, de cara a que su opinión sea conocida en el Consejo Extraordinario de Energía de este viernes 9 de septiembre y antes del discurso anual sobre el Estado de la Unión de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, la próxima semana.

Al respecto, la cadena agroalimentaria declara que “durante el último año, los costes de producción del sector agroalimentario europeo han aumentado drásticamente. Han subido los precios del gas natural, la electricidad, los fertilizantes, el combustible de transporte, los embalajes y la mano de obra contratada.”

Inicialmente, señalan, “los aumentos de estos costes se debieron a un repunte posterior al periodo álgido de la pandemia de COVID-19 de la demanda y a las restricciones de la cadena de suministro, pero luego se han visto gravemente exacerbados por la invasión rusa de Ucrania.”

Estas presiones inflacionarias y de costes se dan, además, “en un contexto de fenómenos meteorológicos extremos (sequías, tormentas y heladas), que ya han causado importantes impactos en el colectivo agrícola y en las empresas agroalimentarias.

Así, según el informe del Observatorio Mundial de la Sequía del Centro Común de Investigación (CCI/JRC) de la Comisión Europea, de principios de agosto pasado, el 47 % del territorio de la UE estaba bajo alerta de sequía y las previsiones para el maíz, la soja y el girasol en grano eran, respectivamente, un 16 %, un 15 % y un 12 % inferiores a las previstas en relación al promedio de los últimos cinco años.

Para estas organizaciones de la cadena agroalimentaria, “los últimos aumentos en los precios de la energía, especialmente del gas natural y la electricidad, amenazan la continuidad de los ciclos de producción agroalimentaria y, por tanto, la capacidad de continuar entregando productos básicos agrícolas, ingredientes y productos alimentarios y materias primas para piensos.”

Al respecto, añaden “cada vez más empresas de la cadena agroalimentaria de la UE luchan por mantener sus operaciones, y algunas se enfrentan incluso a la opción de detener la producción, despedir personal o cerrar.”

En este sentido, La cadena agroalimentaria respaldó la reciente Comunicación de la Comisión Europea “Ahorre gas para un invierno seguro”, que destaca la importancia crítica de la cadena de suministro agroalimentario de Europa y la necesidad de un suministro seguro de gas para mantener la seguridad alimentaria.”

Sin embargo, añaden, “para continuar operando y mantener una cadena de suministro de alimentos en pleno funcionamiento, el sector necesita certeza sobre el acceso a la energía y precios estables.”

En concreto, indican que “la Comisión debe ayudar a los Estados miembros a intervenir para reducir los precios de la energía y para aumentar la liquidez en los mercados energéticos, diversificar el suministro de energía, impulsar la generación de energía sostenible y apoyar la competitividad de los operadores.”

También se necesita, añaden, “una mayor supervisión de la UE de los planes de racionamiento de gas de los Estados miembros, para asegurarse de que prioricen el sector agroalimentario.

Además, consideran urgente “una nueva revisión del Marco Temporal de Crisis para garantizar que pueda ser utilizado por los Estados miembros y las empresas.

Por tanto, concluye, “esperamos que los Ministros de Energía reflexionen sobre el impacto en el sector agroalimentario en su reunión y que la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, reconozca la importancia vital del sector agroalimentario en su discurso sobre el Estado de la Unión.

Al igual que durante la crisis del Covid-19, estas asociaciones que conforman la cadena de valor agroalimentaria se comprometen a trabajar con las instituciones europeas para proporcionar un suministro continuo de productos asequibles y de alta calidad.

 

 

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