Salvo que haya una “marcha atrás” que ahora parece complicado por parte de Rusia, el ya difícil pacto para la exportación por vía marítima de cereales y otros productos agrícolas desde los puertos ucranianos quedará roto más allá del 18 de este mes de noviembre.
De mantenerse esta situación, España sería uno de los más perjudicados de la UE, pues el primer importador comunitario con diferencia de cereales de países terceros, de los cuales una parte importante llega desde Ucrania.