Según la tipología urbano-rural , las regiones «predominantemente rurales» (aquellas en las que más del 50% de la población vive en un entorno rural, regiones NUTS de nivel 3) representaban casi la mitad (45 %) de la superficie de la Unión Europea en 2021.
Sin embargo, según los datos de población a 1 de enero de 2021, solo el 21 % de la población de la UE vivía en esas regiones rurales, de acuerdo a los datos demográficos publicados por la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat).
Sin embargo, según los datos de población a 1 de enero de 2021, solo el 21 % de la población de la UE vivía en esas regiones rurales, de acuerdo a los datos demográficos publicados por la Oficina de Estadística de la Unión Europea (Eurostat).
Durante el período 2015-2020, la población de las regiones «predominantemente rurales» se redujo en promedio en un 0,1 % cada año, mientras que casi no se registró ningún cambio en la población de las regiones intermedias, mientras en las regiones «predominantemente urbanas» aumentó, en promedio, un 0,4% cada año.
Además, durante el período citado, el número de personas mayores creció rápidamente. Así, el número de personas de 65 años o más aumentó un 1,6% cada año en las regiones «predominantemente urbanas» y en las regiones intermedias.
Sin embargo, el crecimiento registrado de este grupo de edad fue más rápido para aquellos que viven en regiones «predominantemente rurales» (+1,8% cada año).
Por el contrario, el número de personas en edad de trabajar (20-64 años) que viven en regiones «predominantemente» rurales cayó, en promedio, un 0,6 % cada año.
A su vez, el número de jóvenes (menores de 20 años) se redujo en estas regiones en un margen algo mayor (-0,7% cada año).
Estos mismos dos grupos de edad experimentaron un crecimiento en regiones «predominantemente» urbanas (+0,1% y +0,3% cada año, respectivamente), lo que sugiere que estas personas abandonaron sus regiones «predominantemente rurales» para continuar su educación o en busca de trabajo.
Según Eurostat, durante los últimos años (2015-2020), la población aumentó a un ritmo relativamente rápido (al menos un +0,3 % anual) en 108 regiones «predominantemente rurales» de la UE. Por el contrario, el número de personas se redujo a un ritmo relativamente rápido (menos del -0,3% anual) en otras 155 regiones «predominantemente rurales».
De acuerdo a este análisis, en el período 2015-2020, las regiones rurales con las tasas más altas de despoblación fueron las regiones croatas de Vukovarsko-srijemska županija (-2,5 % anual) y Požeško-slavonska županija (-2,3 % anual), así como la región búlgara de Vidin ( -2,3%).
En cambio, las regiones rurales con las mayores tasas de crecimiento demográfico fueron las regiones insulares griegas de Ikaria, Samos (+2,8 % anual) y Lesbos, Limnos (+2,7 %), seguidas de la región alemana de Landshut, Kreisfreie Stadt y la región insular de Canarias España , El Hierro (ambos con un +1,3%).
Por otro lado, en su Informe de 2023 sobre los efectos de cambio demográfico, publicado este miércoles 18 de enero, la Comisión Europea destaca que, para garantizar la prosperidad y el bienestar futuro en la UE, es fundamental abordar los retos que plantea la transición demográfica.
Entre estos retos se incluyen el envejecimiento y la disminución de la población, el descenso de la población en edad de trabajar, pero también el aumento de las disparidades territoriales, incluida una creciente brecha entre zonas urbanas y rurales.
Para la CE, las divergencias demográficas entre las regiones pueden empeorar las brechas económicas y sociales existentes. Algunas regiones de la UE, «predominantemente rurales» y menos desarrolladas, están experimentando un descenso acelerado de su población en edad de trabajar (20 a 64 años), y se quedan rezagadas a la hora de crear, atraer o conservar mano de obra cualificada para su desarrollo.
Esta combinación de retos puede obstaculizar su capacidad para construir economías sostenibles, competitivas y basadas en el conocimiento, añade Bruselas, y expone a estas regiones a un mayor riesgo de no alcanzar el nivel de las regiones más avanzadas.
El informe examina si los patrones demográficos establecidos se están acelerando o alterando, cómo está sucediendo, en caso de que así sea, y cuándo se está produciendo así como si las alteraciones son transitorias o si tienen un impacto duradero en el cambio demográfico.
En este informe se examinan también tanto las tendencias a largo plazo firmemente establecidas, como los acontecimientos más recientes, provocados por crisis repentinas como el Brexit, la pandemia de COVID-19 y la agresión de Rusia contra Ucrania.
En los últimos años, según la CE, varios países han experimentado también tendencias de «lucha contra la urbanización» a medida que más personas se desplazan a zonas rurales con buenas conexiones de transporte y servicios sociales para trabajar a distancia. La pandemia, añade Bruselas, puede haber acelerado esta tendencia (en 2021, casi una de cada cuatro personas en la UE trabajaba desde casa), pero queda ver si continuará en el futuro.
El descenso de la población varía considerablemente de un país a otro. En 2020, unas 199 regiones NUTS de nivel 3 (al menos un 50% de las personas vivían en entornos rurales) de un total de 1.166 regiones en la UE tenían una población cada vez menor.
En 2019, las zonas rurales estaban perdiendo más población, debido al cambio natural y congregaban menos personas a través de la movilidad intracomunitaria en comparación con las regiones «predominantemente» urbanas (NUTS de nivel 1).
La CE señala que la población de las zonas rurales de Europa es, por término medio, más vieja que la población de ciudades y suburbios. Algunas regiones de los Estados miembros orientales (países del Este de la UE) y meridionales (Sur de la UE) se enfrentan incluso a ambos retos: la disminución natural de la población, combinada con el éxodo juvenil de la zonas rurales a las urbanas.
Además, las mujeres jóvenes, añade este informe, son más propensas a abandonar las zonas rurales que los hombres jóvenes.
Estas tendencias se suman a la falta de conectividad, las escasas infraestructuras, los desafíos en materia de productividad y el poco acceso a los servicios públicos, incluida la educación y la atención sanitaria, y son indicativas, según Bruselas, del menor atractivo de las zonas rurales como lugares en los que vivir y trabajar.
Informe de 2023 sobre los efectos de cambio demográfico [EN]: Aquí.