Según el último informe económico de mercado que la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) ha puesto a disposición del sector, el consumo de vino en España registró un descenso del -7,2% en términos de volumen en el interanual (12 meses) a noviembre de 2022, hasta los 9,64 millones de hl. Es la menor cantidad registrada para un periodo interanual desde agosto de 2021, según se desprende de los datos del Infovi (MAPA).
El informe, elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), señala que el consumo de vino en España ya mostró una ligera caída del -0,4% en el interanual a octubre, la cual se agudizó tras un noviembre que ha sido el peor mes de 2022 a nivel de variación relativa (-31%), a falta de los datos de diciembre.
El informe, elaborado por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv), señala que el consumo de vino en España ya mostró una ligera caída del -0,4% en el interanual a octubre, la cual se agudizó tras un noviembre que ha sido el peor mes de 2022 a nivel de variación relativa (-31%), a falta de los datos de diciembre.
La tendencia apuntaba a que 2022 sería el año de la consolidación de la senda de recuperación iniciada en 2021, tras la fuerte caída registrada durante la peor parte de la pandemia, sobre todo en Hostelería. Sin embargo, factores como la invasión militar de Rusia a Ucrania, la crisis del transporte y de suministros o el fuerte encarecimiento de la energía han desembocado en un nivel histórico de inflación que han provocado un giro de tendencia en el consumo de vino en España; especialmente a partir del 2º semestre del año 2022.
Las cifras actuales se alejan cada vez más del máximo alcanzado en el TAM a febrero de 2020, justo antes de la pandemia, cuando el consumo de vino en España superó los 11 millones de hectolitros.
Según el análisis del OeMv, el consumo de vino en España por meses arrancó 2022 con muy buenos crecimientos en enero y febrero; llegando a alcanzar entonces un crecimiento acumulado de +20,8%. Desde entonces –coincidiendo con el inicio de invasión rusa de Ucrania– se empezó a observar una cierta ralentización del consumo que derivó en una clara contracción del mismo a partir de julio de 2022.
Según datos de la consultora Nielsen IQ para el TAM Oct-Nov 22,se ha registrado un crecimiento del volumen de consumo de vino en Hostelería del +29,3%, y una caída en Alimentación del -6,5%. Parece que la recuperación de Hostelería tocó techo en el TAM Abr-May 22 (+40,8%), creciendo desde entonces a un ritmo cada vez menor. Por su parte, se ha estabilizado la caída de las ventas en Alimentación –los últimos periodos interanuales analizados muestran un descenso entre el -6% y el -7%– tras el gran impulso registrado durante el confinamiento, coincidiendo con la fuerte pérdida sufrida en Hostelería por el cierre de establecimientos.
Según Nielsen IQ, el precio medio de venta de vino tanto en Hostelería (6,03 €/litro) como en Alimentación (4,06 €/litro) alcanzó su máximo histórico en el TAM Oct-Nov 22. La mejor evolución en los últimos años de los vinos con mayor valor añadido explica esta tendencia de precios al alza.
«Sin embargo, hay otro factor que no debemos dejar pasar: 2022 ha sido un año en el que se alcanzaron niveles históricos de inflación, por factores que trascienden al sector. Así, si descontamos a las tasas de variación la evolución interanual de la inflación y calculamos el valor de venta deflactado, el precio medio apenas subiría en Hostelería un +1,7% (frente a una subida del precio, en valor nominal, del +9%), mientras caería un -2% en Alimentación (frente a un aumento en valor nominal del +5%)», según destaca el OeMv.
Independientemente de la inflación, los vinos de rango de precio elevado ganan cuota en España frente a los más económicos. El vino tranquilo con Denominación de Origen Protegida (DOP) es el que más crece tanto en valor como en volumen y, además, el que más sube de precio. El vino espumoso frena su crecimiento respecto a periodos anteriores, aunque sigue haciéndolo a buen ritmo.
Todas las categorías subieron notablemente de precio (valores corrientes) en el TAM Oct-Nov 22, en el conjunto de Alimentación + Hostelería, lo que explica que todas evolucionen mejor en términos de valor que de volumen.
Por otro lado, la Federación Española del Vino (FEV) ha emitido un comunicado en el que quiere recordar la importancia de que el conjunto de los operadores del sector lleve a cabo una comunicación que contribuya al objetivo colectivo de incrementar el valor del vino español tanto dentro como fuera de nuestras fronteras y a impulsar su imagen y su importancia a nivel cultural, social y económico y como un producto emblema de nuestro país.
Tal y como se recoge en el Plan Estratégico 2019-24 de la FEV, dos de los principales ejes de actuación de esta organización, compartidos por todas las bodegas asociadas, pasan por “aumentar el valor del vino español asegurando la demanda presente y futura y aumentar la rentabilidad en toda la cadena de valor. Dichos objetivos solo son alcanzables si se trabaja desde la unidad y poniendo por delante el interés colectivo.»
En este sentido, la FEV rechaza cualquier tipo de campaña de comunicación o publicitaria que, desde la confrontación, pueda ser utilizada para devaluar la imagen del vino español en su conjunto o la de cualquiera de sus asociados o de las miles de bodegas en España que trabajan con esfuerzo cada día para elaborar productos de la máxima calidad y construir marcas potentes que generan valor y contribuyen a mejorar la rentabilidad y a garantizar la sostenibilidad económica del sector y de las regiones vitivinícolas.