El ministro de Agricultura, Luis Planas, señaló que el Índice de Precios de Consumo (IPC) en la alimentación ha tocado techo y existen razones objetivas para que baje por la evolución internacional del mercado y las medidas adoptadas por el Gobierno.
Así lo señaló el titular del MAPA en rueda de prensa, tras presidir la reunión del Observatorio de la Cadena Alimentaria durante más de dos horas y media, afirmando que se prevé un «cambio de tendencia» en la evolución de los precios de la alimentación.
Así lo señaló el titular del MAPA en rueda de prensa, tras presidir la reunión del Observatorio de la Cadena Alimentaria durante más de dos horas y media, afirmando que se prevé un «cambio de tendencia» en la evolución de los precios de la alimentación.
Al respecto, Planas solicitó a todos los agentes de la cadena de valor alimentaria que hagan un esfuerzo para conseguir que la evolución positiva prevista de los costes de producción agroalimentaria tenga un reflejo también en los precios pagados por los consumidores.»
A la vez, el ministro agradeció el papel que cada integrante (eslabón) de la cadena alimentaria ha jugado en el buen funcionamiento de la distribución de alimentos y bebidas, al igual que ocurrió durante la pandemia de Covid-19 en 2020.
Por otro lado, destacó «la voluntad decidida del Gobierno de España de hacer cuanto esté en su mano para apoyar la rentabilidad de los sectores productivos y la industria alimentaria y para que se moderen los precios, y reiteró su compromiso con las familias, los ciudadanos y los sectores más vulnerables.
Planas recordó que el Gobierno ha destinado más de 1.800 millones de euros para apoyar al sector primario, además de tomar medidas fiscales, reforzar el seguro agrario, subvencionar los fertilizantes, repartir un bono de 200 euros y rebajar el IVA de algunos alimentos básicos.
En el plano internacional, el ministro subrayó que el índice de precios mundiales de los alimentos de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha bajado en enero de 2023 y está en niveles inferiores a los de enero del año pasado, después de incrementarse desde 2021.
También insistió en que «la situación en España no es diferente a la de otros países de la Unión Europea», después de que en enero la inflación alimentaria fuera del 15,4 % en tasa anual y del 0,4 % mensual, esta última en línea con la media de los últimos 20 años.
«El origen del incremento de los precios son los costes de producción», apuntó Planas y, en concreto, el encarecimiento de la energía y del transporte marítimo, la sequía y el impacto de la guerra en Ucrania.
Respecto a la petición de bajar también el IVA a la carne y el pescado, el ministro señaló que, cuando se adoptó la medida en diciembre de suprimir el IVA a los alimentos básicos y reducir el de pastas y aceites, se hizo teniendo en cuenta a los productos de más consumo y los que más se habían incrementado porcentualmente.
«Continuamos pensándolo así», añadió, aunque «se van a continuar examinando todas las alternativas y situaciones» y, en función de eso, «decidiremos».
En términos generales, indicó que hay que seguir persistiendo en las medidas adoptadas, como la bajada del IVA o el bono social para las familias vulnerables, medidas que calificó como «las correctas».
Además, señaló las diferencias entre la cadena alimentaria «mucho más compleja» y otras cadenas, como las energéticas, por lo que las medidas que se adoptan «no tiene un efecto de un día para otro».
Indicó también que «la situación es tremendamente difícil para todos los eslabones de la cadena y que los márgenes han disminuido significativamente en todos los eslabones.
El Pleno del Observatorio de la cadena alimentaria se reunió de forma extraordinaria este lunes 20 de febrero y contó con la presencia de todos los eslabones de la cadena (organizaciones agrarias, cooperativas, asociaciones de productores, industria de transformación, asociaciones de la distribución comercial y de consumidores…), de cuatro Ministerios y de 5 Comunidades Autónomas.
Por su parte, las organizaciones representativas de la industria y la distribución del sector agroalimentario señalaron que están realizando esfuerzos por absorber los costes de producción y negaron que la inflación de los alimentos sea un problema de márgenes empresariales.
Así, el director general de la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB), Mauricio García de Quevedo, defendió que «la cadena alimentaria está haciendo esfuerzos para absorber parte de los costes de producción, que están en el origen de la inflación alimentaria.»
«Todos estamos de acuerdo en que es un problema de la cadena y no de un eslabón», recalcó García de Quevedo, que coincidió con el diagnóstico de que los precios empezarán a estabilizarse y moderarse en función de la evolución de los costes.
El director general de FIAB apuntó también que la industria alimentaria está formada principalmente por pequeñas y medianas empresas, que se encuentran en situación de dificultad, y propuso extender la bajada del IVA a otros productos básicos, así como posponer la aplicación de los costes regulatorios medioambientales, en alusión al impuesto al plástico, en vigor desde enero.
Desde la principal patronal de la distribución alimentaria minorista (supermercados), Asedas, su director general, Ignacio García Magarzo, compartió el análisis de las causas sobre la inflación, que les ha trasladado el Gobierno y que se centra en un problema de costes y no de márgenes.
Al igual que Gobierno, consideró que «hay motivos para pensar que los precios de los alimentos bajarán en los próximos meses y, con ello, «se volverá a la normalidad y estabilidad con la que se han comportado los precios en los últimos 20 años».
García Magarzo afimó también que la reducción del IVA y el cheque de 200 euros a las familias más desfavorecidas son «medidas que van en la dirección más correcta y que desde Asedas apoyarán otras que vayan en la misma dirección».
Por su parte, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged) insistió en un comunicado en el «extraordinario trabajo» realizado por toda la cadena de valor en el último año, destacando los esfuerzos realizados por «amortiguar y no trasladar por completo al precio final de los alimentos el encarecimiento histórico y desproporcionado de las materias primas, de la energía y de los insumos básicos de la producción alimentaria».
La patronal de la gran distribución se mostró a favor de las medidas impulsadas por el Gobierno y la voluntad de diálogo del MAPA en la solución de un problema de «enorme complejidad y que depende de factores exógenos a la voluntad del Gobierno y de los agentes productivos».
También el presidente de la Asociación de Cadenas Españolas de Supermercados (ACES), Aurelio del Pino, calificó de «muy positiva» la reunión y sostuvo que «en España se dispone de una información exhaustiva y actualizada de la evolución de todos los mercados agrarios, totalmente transparente y accesible a toda la población».
«No tiene sentido tratar de simplificar los problemas buscando culpables, sino abordar las cuestiones con rigor», añadió Del Pino, que valoró «con prudencia» las previsiones trasladadas por el ministro Luis Planas sobre la próxima moderación y disminución de los precios de los alimentos
A su vez, las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, como primer eslabón de la cadena de valor alimentaria, alertaron de la subida del precio de sus insumos (medios de producción) en los últimos meses, que se han agravado por la guerra en Ucrania y por efecto de la sequía.
El presidente de Asaja, Pedro Barato, focalizó también el problema en la subida de costes de la mayoría de los insumos, por lo que «lo primero sería arreglar este incremento de los medios de producción».
Más allá de la guerra, Barato incidió en que la situación se ha complicado por la persistente sequía que padece principalmente la mitad Sur peninsular, que está afectando a cultivos como el olivar y los viñedos.
No obstante, el responsable de ASAJA cree que la cadena agroalimentaria «ha funcionado perfectamente» en situaciones «más complicadas», por lo que «hay que buscar soluciones y no culpables» en estos momentos.
Por su parte, el responsable organización agraria COAG, Andoni García, reclamó en la reunión los estudios de valor del Observatorio, que están aprobados para ofrecer transparencia en la formación de precios y costes.
García, que cifró en un 44 % el incremento de costes de producción en el último año, aseguró también que la subida de precios no ha sido en el origen y que, por ahora, no están viendo bajadas en los costes de producción.
En cualquier caso, mostró su confianza en que la reducción de los precios finales, que ha vaticinado el Gobierno para los próximos meses, «no se produzca a costa del eslabón más débil».
Por último, el vicesecretario general de UPA, Cristóbal Cano, incidió en que el sector productor no es el responsable del incremento de precios y reclamó que también se baje el IVA a las carnes, pescados, conservas y miel.
Cano calificó de «salvavidas» los 1.800 millones de euros de ayudas al sector, especialmente para los que han tenido dificultades mayores.
Además, consideró que, casi con seguridad, la bajada de los costes de producción no se va a trasladar a la misma velocidad que la subida, por lo que los PVP de los alimentos no descenderán tanto como sería deseable para el consumidor.