La exportación española de frutas y hortalizas frescas sumó 12 millones de toneladas en el pasado año 2022, un 10,4% menos que en el año anterior, viniendo a confirmar las previsiones a la baja realizadas por la Federación Española de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX).
Por su parte, el valor no compensó la caída del volumen, porque se incrementó un 1,6%, menos de lo estimado inicialmente, hasta un total de 15.930 millones de euros, según los datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, hechos públicos por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Por su parte, el valor no compensó la caída del volumen, porque se incrementó un 1,6%, menos de lo estimado inicialmente, hasta un total de 15.930 millones de euros, según los datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, hechos públicos por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
Según la patronal empresarial de este sector, el descenso del volumen exportado (-13%) se notó m mucho más en frutas, pues bajó hasta los 6,6 Mt , afectando a casi todos los productos.
Así, en fruta de hueso retrocedieron los principales productos como melocotón, con un 24% menos y 262.211 t, o la nectarina, con un 20% menos y 277.539 toneladas.
En frutos rojos, la fresa redujo su volumen exportado un 12%, situándose en 278.137 t y el arándano, se contrajo un 3%, hasta 86.879 toneladas.
El valor total de la exportación de frutas frescas ascendió a 8.843 M€, con una caída del 3% también.
Por su parte, la exportación de hortalizas bajó un 7% el pasado año respecto a 2021, hasta sumar 5,3 Mt, con un retroceso en las principales hortalizas exportadas, como pimiento, con 795.669 t (-7%); lechuga, con 714.503 t (-12%); tomate, con 629.269 t (-5%), o coles con 500.520 t (-7%).
En cuanto al valor total de las hortalizas exportada creció un 7%, hasta 7.086 millones de euros.
Para FEPEX, el fuerte descenso del volumen exportado de frutas y hortalizas frescas en 2022 se debe en gran medida a la climatología adversa, que provocó todo tipo de incidencias, como las heladas de la primavera, que supusieron la fuerte reducción de la fruta de hueso especialmente en Aragón y Cataluña, o las incesantes lluvias durante los meses de abril y mayo en regiones eminentemente hortofrutícolas como Murcia.
A todo ello se añadieron las olas de calor del verano y un arranque de invierno muy cálido, que ha afectado a las producciones hortofrutícolas andaluzas.
Por ello, para la patronal empresarial se necesitan medidas específicas para fomentar las inversiones, que permitan hacer frente a esta climatología adversa cada vez más presente.
En cuanto al valor, el crecimiento del 3% estimado en un principio por FEPEX se reduce con los datos definitivos, a casi la mitad (+1,6%), y no compensa la inflación de costes que han tenido que asumir este sector, en un año, además, en el que las importaciones han seguido creciendo.
Por Comunidades Autónomas, Andalucía vendió fuera de nuestras fronteras 4 Mt de frutas y hortalizas frescas, un 9% menos que en 2021, por valor de 6.567 M€ (+9%), seguido de la Comunidad Valenciana, con 3,5 Mt (-11%) y 4.007 M€ (-6%) y Región de Murcia con 2,3 Mt (-16%) y 2.923 M€ (-2%). El cuarto lugar lo ocupa Cataluña, con 897.250 t (-12%) y 1.104 M€ (-1%).
Por otro lado, la importación española de frutas y hortalizas frescas en 2022 creció un 7% en volumen y un 15% en valor respecto al año anterior, hasta 3,8 Mt y 3.763 millones de euros.
Las hortalizas fueron las que más crecieron con 1,8 Mt (+14%) por valor de 1.172 M€ (+32%), mientras que las frutas sumaron 2 Mt (+1%) y 2.591 millones de euros (+9%).
En relación a las áreas geográficas de destino de las exportaciones de frutas y hortalizas frescas, según FEPEX, Europa representa el 96% del total exportado, siendo la UE el primer destino, con 9,8 Mt (el 81% del total) seguida de Reino Unido, donde se vendieron 1,4 millones de toneladas (-7%).
Los envíos fuera de Europa crecieron un 4% respecto a 2021, pero sólo alcanzaron 453.488 t , lo que demuestra la trascendencia del mercado comunitario para la exportación española y, en consecuencia, la importancia de la normativa de la Comisión Europea, que debe estar en consonancia con la realidad productiva de los Estados Miembros y apoyar claramente el modelo productivo de la UE y no generar distorsiones de la competencia con países terceros, concluye FEPEX.