Un breve informe del Ministerio de Agricultura analiza y destaca la evolución muy favorable de dos de las técnicas o prácticas de la agricultura en España, como son la siembra directa y las cubiertas vegetales, que han aumentado en la última década un 65% y un 15%, respectivamente.
Según este departamento, puesto que los suelos son capaces de almacenar grandes cantidades de carbono, un pequeño incremento de este stock puede mitigar el efecto de cantidades significativas de gases de efecto invernadero (GEI), por lo que, desde las instituciones se está fomentando acciones a corto plazo para aumentar la captura de carbono en suelos agrícolas, entre las que se encuentran determinadas técnicas de cultivo, como las que se proponen en los ecorregímenes del Plan nacional Estratégico de la PAC (PEPAC).
Según este departamento, puesto que los suelos son capaces de almacenar grandes cantidades de carbono, un pequeño incremento de este stock puede mitigar el efecto de cantidades significativas de gases de efecto invernadero (GEI), por lo que, desde las instituciones se está fomentando acciones a corto plazo para aumentar la captura de carbono en suelos agrícolas, entre las que se encuentran determinadas técnicas de cultivo, como las que se proponen en los ecorregímenes del Plan nacional Estratégico de la PAC (PEPAC).
En el informe se analizan los principales datos de las dos técnicas clave de la agricultura de carbono, como son la siembra directa y las cubiertas vegetales, en base a la información de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce), incluyendo por vez primera información sobre rendimientos en la siembra directa, confrontados con los rendimientos en la siembra convencional.
Los resultados más destacados son que en 2021 las cubiertas vegetales ocuparon una superficie en nuestro país de 1,35 millones de hectáreas, lo que supone el 25% de la superficie total de cultivos leñosos, como olivar, vid, cítricos, almendros, frutales, etcétera.
En concreto, la cubierta vegetal espontánea (donde el suelo recibe labor mecánica alguna) es la técnica mayoritaria, destacando especialmente su uso en olivar, con 781.026 ha (28% de la superficie de cultivo), frente a las cubiertas vegetales sembradas (de gramíneas o leguminosas, cuyo crecimiento se controla de forma mecánica, mediante la siega, química, con herbicidas, o con pastoreo) o las cubiertas inertes (restos de poda, piedras u otros compuestos).
Por su parte, la siembra directa en España alcanzó las 845.000 hectáreas, destacando su implantación en el cereal, con casi 750.000 hectáreas, un 12% de la superficie total (7,16 Mha) del cultivo.
La evolución de estas dos técnicas es, según el MAPA, muy favorable, puesto que en la última década el uso de las cubiertas vegetales aumentó un 15% y la siembra directa un 65%.
En 2021, en la mayoría de los cultivos los rendimientos fueron superiores con siembra convencional a los logrados con siembra directa, tanto en secano como en regadío, pero en el quinquenio 2017-2021 las diferencias medias de rendimiento entre parcelas de siembra convencional y siembra directa fueron pequeños, suponiendo en cereales de invierno un 0,6% a favor de la convencional en secano y un 1,4% a favor de la siembra directa en regadío.
Informe: AQUÍ
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