Egipto, que uno de los mayores importadores de trigo del mundo, notificó el pasado 9 de marzo que se retirará a finales del próximo mes de junio de la Convención sobre el Comercio de Cereales (CCC), un tratado de Naciones Unidas (ONU) sobre esta materia prima alimentaria, creado décadas atrás.
Este anuncio, sobre el que ya existía un preaviso, no obstante, ha causado cierta consternación entre algunos de los demás signatarios de la citada Convención, cuyo fin esencial es promover la transparencia del mercado de cereales para fomentar la cooperación comercial.
Este anuncio, sobre el que ya existía un preaviso, no obstante, ha causado cierta consternación entre algunos de los demás signatarios de la citada Convención, cuyo fin esencial es promover la transparencia del mercado de cereales para fomentar la cooperación comercial.
Además, este anuncio de salida viene a producirse, precisamente, en un periodo de mucha tensión en los mercados de cereales, vinculada a los problemas por la guerra en Ucrania y a la preocupación por la seguridad alimentaria mundial.
El país norteafricano firmó la CCC, el único tratado internacional sobre el comercio de cereales, cuando entró en vigor en 1995 y fue miembro del Consejo desde 1949, pero ya en el mes pasado presentó su solicitud para retirarse del mismo a partir del próximo 30 de junio.
Varias delegaciones del Consejo Internacional de Cereales (CIC) se mostraron, no obstante, sorprendidas por la decisión de Egipto y pidieron al Gobierno de este país que reconsidere su decisión, debido principalmente al papel crucial de este país en el comercio de cereales, como uno de los principales importadores.
Sin embargo, para el Gobierno egipcio, la decisión de salirse del convenio se adoptó al considerar que la pertenencia del país al mismo no les reportaba ningún valor añadido.
El Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio declaró a Reuters que la decisión se tomó después de que una evaluación de los ministerios de Suministros y Comercio concluyera que la pertenencia de Egipto al Consejo no aportaba «ningún valor añadido».
Egipto fue uno de los países más perjudicado por la interrupción de los suministros de grano el pasado año, cuando la guerra en Ucrania, que se inició a finales de febrero de 2022, frenó y distorsionó las importaciones de trigo que venían principalmente tanto del país agredido, como sobre todo del país agresor, Rusia, sin que la búsqueda de alternativas (como la intención de adquirir ese grano en la India) dieran el resultado esperado.