El sector agroalimentario en la Península Ibérica sigue estando en el foco de los inversores, convirtiéndose en una oportunidad atractiva y real de inversión también para aquellos con mayor capital, según se puso de relieve en el marco del evento sectorial “Tendencias CBRE en Agribusiness” organizado recientemente por CBRE, primera firma internacional de consultoría y servicios inmobiliarios, que congregó a los principales actores del sector para debatir en torno a las tendencias del mercado.
Según esta consultora, en los últimos años, el sector agrícola se ha profesionalizado hasta facilitar la entrada de inversores institucionales. El interés que despierta el sector en la comunidad inversora se basa en las atractivas rentabilidades que ofrece y en la posibilidad que brinda a los inversores de desarrollar portfolios diversificados, lo cual minimiza la volatilidad y reduce el ratio riesgo/retorno de sus carteras.
Según esta consultora, en los últimos años, el sector agrícola se ha profesionalizado hasta facilitar la entrada de inversores institucionales. El interés que despierta el sector en la comunidad inversora se basa en las atractivas rentabilidades que ofrece y en la posibilidad que brinda a los inversores de desarrollar portfolios diversificados, lo cual minimiza la volatilidad y reduce el ratio riesgo/retorno de sus carteras.
De acuerdo a los datos que maneja CBRE, en Iberia el volumen total de transacciones realizadas el pasado año por inversores institucionales en el sector fue superior a los 1.000 M€, un 20% más que los 800 millones invertidos en 2021.
Otro de los factores que, según la firma de consultoría inmobiliaria, motivan el interés por el sector en Iberia es el precio de la tierra productiva y con agua.
En los últimos cinco años, aunque se ha incrementado considerablemente, superando el 5% en algunas regiones de Iberia, todavía está lejos de los valores que se alcanzan en otras geografías como California.
Para Thomas Teixeira, Director Agribusiness CBRE Iberia, “el sector agroalimentario es un sector estratégico y con un papel fundamental en la economía de España y Portugal. Su atractivo reside en que se trata de un activo real y simple basado en la tierra y el agua, por un lado, y en una industria con una fuerte tendencia exportadora en nuestro país y resiliente, por otro, que ha madurado y modernizado en los últimos años y se muestra accesible y visible para todo tipo de inversores, incluido el capital institucional.
Esto ha favorecido el desarrollo de grandes “players”, con diversificación de cultivos, zonas geográficas y diferentes grados de “verticalización”.
Por tipo de operaciones, se encuentran aquellas de menor riesgo, principalmente de “buy and leaseback” (compra y arrendamiento posterior), con retornos de entre el 4.5%-6% y protagonizadas por fondos de pensiones y grandes aseguradoras.
Le siguen las inversiones de riesgo intermedio de fondos propios de agricultura para la adquisición de tierra y su gestión por parte de un operador, con retornos esperados de entre 8-12%.
Y, en tercer lugar, las operaciones de mayor riesgo y retorno, protagonizadas por fondos de “private equity” (fondos privados de capital riesgo), cuyo foco es la adquisición de participaciones en empresas que operan en el sector agrícola. En este caso, los retornos esperados pueden superar el 15%.
El evento sectorial organizado por CBRE, que reunió en total a más de 100.000 hectáreas de superficie de regadío, contó con la participación de Ramón Rivera, director general de Elaia; Pedro Foles, CEO Bolschare, y João Roseiro, manager Iberia SLM Partners, quienes destacaron el gran interés que hay por el sector y el potencial que presenta y coincidieron en que la problemática del agua y la apuesta por la sostenibilidad están entre los principales desafíos a los que se enfrenta el sector agrícola en la actualidad.
A nivel internacional, la Península Ibérica es conocida por la calidad y diversidad de sus productos agrícolas, según esta consultora inmobiliaria.
El sector presenta una fuerte tendencia exportadora, destacando cultivos de alto valor, como el aceite de oliva, vino, cítricos, frutas y hortalizas.
Así, Iberia, con un valor exportado anualmente, que supera los 53.000 millones de euros, es una de las grandes potencias mundiales y europeas en materia agroalimentaria.
España ocupa la cuarta posición en el ranking de exportaciones de la Unión Europea y el séptimo a nivel mundial.
En este sentido, la inversión en regadío ha dado lugar a un crecimiento significativo de este tipo de parcelas en de más de 500.000 hectáreas desde 2009 y se espera que en el futuro se inviertan en España unos 29.000 millones de euros.
En paralelo, el sector agrícola, en el marco del objetivo global de alcanzar la neutralidad climática en 2050, está llevando a cabo políticas de sostenibilidad en esa dirección.
Un ejemplo es la estrategia europea “Farm to fork” (“De la granja a la mesa”), que se centra en la utilización sostenible de tratamientos fitosanitarios y fertilizantes sintéticos (reducción del 50%) y promueve la transformación de al menos el 25% de la superficie agrícola utilizada en agricultura ecológica.
En Iberia, unas 800.000 hectáreas se destinan a agricultura ecológica, lo que supone un crecimiento del 41% entre 2012 y 2020.
Al respecto, Héctor Rodríguez, Associate Director CBRE Agribusiness España prevé como tendencia que la comunidad inversora continué mostrando un gran apetito inversor y que se sucedan las operaciones en el ámbito agroalimentario, aunque estamos en un escenario de cautela, dado el actual contexto macroeconómico.
Por otro lado, añadió Rodríguez, “en un escenario de alta demanda y oferta limitada por la disponibilidad de tierra productiva y con agua, deberíamos seguir experimentando una tendencia al alza de los precios. Principalmente en zonas con mayores márgenes de crecimiento en este sentido”.
Vídeo del evento en el enlace: