Según los datos provisionales de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) durante abril, las salidas de aceite de oliva al mercado fueron inferiores a las 80.000 toneladas, la cifra más baja para ese mes en lo que va de siglo.
En concreto, se elevarían a 78.350 toneladas, incluida una previsión de importaciones de 15.000 toneladas en dicho mes, con lo que acumulado en los siete primeros meses de la campaña actual 2022/23 se iría ya a las 656.720 t (media mensual de 98.320 t), muy cerca ya de la producción de aceite de oliva en la misma, que se eleva a 661.506,4 t, tras sumar aún en abril 785,54 toneladas, en todo caso todavía por debajo de las 680.000 t previstas en el último balance realizado por el Ministerio de Agricultura.
En concreto, se elevarían a 78.350 toneladas, incluida una previsión de importaciones de 15.000 toneladas en dicho mes, con lo que acumulado en los siete primeros meses de la campaña actual 2022/23 se iría ya a las 656.720 t (media mensual de 98.320 t), muy cerca ya de la producción de aceite de oliva en la misma, que se eleva a 661.506,4 t, tras sumar aún en abril 785,54 toneladas, en todo caso todavía por debajo de las 680.000 t previstas en el último balance realizado por el Ministerio de Agricultura.
A partir de estos datos, se estiman unas exportaciones en el mes de abril de 51.240 toneladas, con un acumulado en torno a las 418.390 toneladas, así como unas 27.590 t destinadas a cubrir la demanda interna, acumulando 238.330 toneladas.
Las existencias de aceite de oliva a 30 de abril bajarían a 607.290 toneladas, de las cuales 341.870 t estarían en poder de las almazaras, tras reducir su stock en prácticamente 57.923 t menos; otras 8.570 t se encontrarían en los depósitos del Patrimonio Comunal Olivarero (FPCO), apenas 180 t menos que en el mes anterior, y 256.860 t, un volumen bastante considerable, en poder de los envasadores, operadores y refinadores de aceite de oliva, con 222.061,28 t de granel y 34.794,40 t de envasado, en conjunta unas 5.260 t menos que en el mes anterior.
Se va camino, por tanto, de que en el mes de mayo, el stock en manos de los envasadores y otros operadores comerciales superen ya o estén muy cerca de superar las reservas de aceite de oliva en las almazaras.
El sector oleícola observa con mucha prudencia los volúmenes que se disponen en el mercado y ven que los precios están en una tendencia marcadamente alcista. El MAPA ponía en su tablilla de la primera semana de mayo medias de 558,51 €/100 kilos para el aceite de oliva virgen extra (AOVE); de 526,50 €/100 kg para el virgen y de 515,12 €/100 kg para el lampante, lo que llevará a que los PVP en los lineales de la distribución comercial no bajen ya de 6 €/litro en las marcas “blancas” y que las marcas de fabricante se muevan ya con PVP desde 8 a 10 €/litro ya.
Si la situación de sequía continúa y no hay precipitaciones que mejoren la mala situación del arbolado, no es de descartar que el precio de la botella de litro de aceite se vaya a los 10 €, con el lógico freno a la demanda de consumo, que se decantará por otro tipo de aceites vegetales con PVP mucho más asequibles, como el de girasol o colza, o incluso por el de aceite de orujo de oliva.