El gasto total en alimentos y bebidas en España se situó durante el pasado año en 107.780 millones de euros el año pasado, un 2,7% por encima del de 2021 y también un 1,1 % más que en 2019, el año de referencia previo a la pandemia de Covid.
Según el Ministerio de Agricultura, este incremento fue debido en buena parte al aumento de los precios, pero también en otra parte a la recuperación del consumo fuera del hogar.
Según el Ministerio de Agricultura, este incremento fue debido en buena parte al aumento de los precios, pero también en otra parte a la recuperación del consumo fuera del hogar.
Por el contrario, la cantidad o el volumen total consumido se redujo un 7,1 % respecto a lo comprado en 2021 y fue también un 8,1% inferior que el del año pre-pandémico de 2019, al situarse en 30.946 millones de kilos/litros, en gran medida, añade este departamento, por ese trasvase del consumo de dentro a fuera del hogar.
Como es habitual, a pesar de la recuperación del consumo extra-doméstico, el mayor porcentaje de la ingesta de alimentos y bebidas continuó produciéndose en el ámbito del hogar, al representar un 87,2% en volumen, frente al 12,8% restante, que correspondería a establecimientos del canal de hostelería, restauración y cátering (Horeca). Además, más de dos tercios del gasto (68,6 %) se realiza para llenar la nevera y la despensa de casa.
En 2022, el consumo “per cápita” (698,5 kg/l por persona y año) fue también inferior al registrado en los tres años anteriores, mientras que el gasto “per cápita” por la compra de alimentos y bebidas (2.582 €por persona y año) creció respecto a los dos años anteriores, 2021 y 2020, pero se mantuvo aún por debajo de los niveles de 2019.
Estos son los datos macro más importantes del “Informe del Consumo Alimentario en España 2022”, que fue presentado este jueves 29 de junio por el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.
Planas resaltó que, tras el fin de la pandemia, continúa la tendencia a recuperar el tradicional estilo de vida mediterránea, con más consumiciones fuera de casa, y con una inclinación en el hogar por la cocina rápida y cómoda, donde tienen gran peso los alimentos frescos, que representan el 37,3 % de la cesta de la compra en volumen y el 40,7 % en valor.
Como ejemplos, el ministro mencionó que las tres preparaciones culinarias más utilizadas en España -que en muchas ocasiones se combinan- son “a la plancha”, con un poco de aceite para elaborar platos tipo filetes, lomo, pescado o verduras; “sin cocinar y/o consumo en frío”, en la que se incluiría una ensalada, un tomate con aceite y sal, conservas de lata o un salmorejo de bote, y “hervido o al vapor”, para degustar arroz, coliflor cocida o pescado al vapor.
En cuarto lugar, se situarían los guisos de cacerola, como los de legumbres o las patatas con costillas y, a continuación, los fritos con abundante aceite, categoría en la que sobresalen las patatas y las croquetas.
Según este análisis, el consumidor es ahora más consciente del valor de tener un alimento en su nevera y del trabajo que hay detrás de ello, por lo que su compra es más responsable y selectiva y desperdicia menos.
Más en concreto, el gasto en los hogares españoles en alimentación y bebidas se situó en 2022 en 73.893 M€, con un ligero descenso de 0,9% respecto al ejercicio anterior, motivado por el aumento de los precios, puesto que se pagó un 8,7% más por cada kilo o litro de alimentos o bebidas que en 2021, con un gasto medio por persona de unos 1.597 euros.
Los productos de mayor volumen en la cesta de la compra fueron la leche y los lácteos y las frutas y hortalizas frescas, que representaron el 37% del total, seguido de carnes y pescados, que encabezaron el presupuesto en alimentación, con el 31% del valor, pese a que en volumen rondan el 10% de total.
En promedio, cada persona realizó una ingesta aproximada de 583 kilos o litros dentro del hogar, lo que significa que se consumieron alrededor de 55 kg o litros menos que durante el año 2021.
A la hora de realizar la compra, los consumidores españoles eligieron preferentemente el supermercado y el autoservicio, un formato que aumenta su cuota de volumen de mercado dos puntos, hasta el 49,5%, muy por encima de hipermercado, que alcanza el 12,8%.
Por su parte, la tienda descuento (13,7 %) y la tradicional (12,7%) retrocedieron, mientras que la venta online (2,3 %) perdió un poco su senda alcista, al bajar una décima, aunque aún está por encima del 1,6 % que marcó en 2019.
Según el MAPA, a medida que la normalidad se fue consolidando, aumentaron también las comidas y cenas fuera de casa, así como los pedidos a domicilio o para llevar, incluidos estos últimos también en el balance extra-doméstico.
La tendencia fue, por tanto, claramente positiva, según el informe, que destaca que el gasto realizado por los españoles en alimentos y bebidas fuera del hogar ascendió a 33 887 M€, un 11,5% más que en 2021.
Los españoles gastaron más, entre otros factores, porque el aumento de los precios en los locales de restauración fue inferior al que experimentó la alimentación doméstica.
Fuera de casa, el presupuesto se dedicó más a consumir bebidas (58,4 %) que a la ingesta de alimentos (41,6 %).
El gasto medio per cápita en el canal Horeca y otros ascendió a 984,51 euros, un 11,3% más que el año anterior, es decir, unos 100 euros más por persona y año que en 2021.
El consumo en establecimientos como bares, cafeterías y cervecerías se intensificó, a la vez que aumentaron las compras en hoteles y servicios de empresa.
En promedio, cada individuo consumió fuera del hogar la cantidad de 115 kilos o litros de productos de alimentación, el equivalente a 6,4 kg o litros más que el año pasado.
Con la progresiva vuelta a la normalidad y el retorno al trabajo presencial, el número de las comidas principales en casa disminuyó el pasado año, salvo para desayunar.
El informe del MAPA apunta que el 93,4% de los españoles sigue desayunando en casa un promedio de 6 veces a la semana, y el 95,3% realiza comidas o cenas en casa un promedio de 10,4 veces a la semana.
Como novedad, con respecto a estudios anteriores, el MAPA observa un descenso de la ingesta de proteína cárnica, muy consumida durante la etapa de restricciones de la pandemia de Covid, sí como una reducción del número de consumidores que podrían considerarse plenamente omnívoros, en beneficio de flexitarianos, vegetarianos y veganos.
Asimismo, el avance de datos de 2023 indica que a lo largo de este año continuaremos recuperando nuestros hábitos.
Entre enero y abril, los kilos y litros acumulados que se han consumido continuaron a la baja en un 2,65 %. Este descenso, según las proyecciones, se irá frenando con la paulatina moderación de los precios, que en las últimas semanas del semestre incluso se han reducido en algunas categorías, confía el MAPA.
Otro apunte más del informe, es la relación entre la reducción del volumen de consumo y al encarecimiento de los precios, que conllevó también un menor desperdicio alimentario, aunque la cantidad aún es importante.
Durante 2022, se calcula que los españoles tiraron a la basura en torno a 1.201 millones de kilos/litros de alimentos de bebidas sin consumir, un 6,2 % menos.
Según las conclusiones del “Informe del Desperdicio Alimentario en España 2022”, elaborado por el MAPA, cada español tiró de media a la basura 25,31 kilos/litros de alimentos en este último ejercicio.
El estudio arroja que el número de hogares que no desperdicia alimentos ha subido al 30 % (26% en 2021) y que, fuera de casa, más de la mitad de los consumidores no tira nada.
La subida de los precios de los alimentos y bebidas, provocada por las consecuencias de la guerra de Ucrania, ha conllevado además un descenso del volumen comprado para el hogar del 8,8% en relación con 2021.
Por el contrario, a lo largo de 2022, el consumo de alimentos fuera del hogar aumentó un 11,5%.
Una de las consecuencias de este cambio de hábitos es el aumento del desperdicio de sobras de recetas y productos cocinados, que en 2020 suponían el 23,8 % de los alimentos tirados a la basura en el hogar, y en 2022 pasó a representar el 21,4 %.
Por el contrario, el desperdicio de alimentos comprados ha descendido 9 puntos, al pasar del 81,1 % al 78,6 %.
En 2022, mejoró el aprovechamiento de alimentos frescos con respecto a 2021. La mayor reducción porcentual de desperdicio se da en frutas (-8%), verduras y hortalizas (-3,4%) y leche líquida (-2,8%).
Por el contrario, aquellos alimentos en los que se realiza una peor gestión del aprovechamiento serían los embutidos (+3,2%), platos preparados (+5%) y pastas (+9,5%).
Enlaces de descarga:
Consumo alimentario:
Desperdicio alimentario:
https://www.mapa.gob.es/es/alimentacion/temas/desperdicio/default.aspx
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