El Pleno del Parlamento Europeo votó por amplia mayoría (367 votos a favor, 245 en contra) a favor de la revisión de la Directiva sobre Emisiones Industriales (DEI), pero en contra de que se amplíe el ámbito de aplicación de la misma a más explotaciones ganaderas, como proponía la Comisión Europea.
Además, envió un mensaje claro a la Comisión Europea al reconocer que la DEI es un instrumento legislativo inadecuado que, simplemente, ignora las realidades básicas del sector ganadero.
Además, envió un mensaje claro a la Comisión Europea al reconocer que la DEI es un instrumento legislativo inadecuado que, simplemente, ignora las realidades básicas del sector ganadero.
El Parlamento Europeo adoptó este martes 11 de julio su posición negociadora sobre las nuevas normas para reducir las emisiones contaminantes de las grandes instalaciones agroindustriales y apoyar su transición verde.
La posición del PE sobre la DEI y la Directiva sobre el vertido de residuos fue aprobada por los eurodiputados por 396 votos a favor, 102 en contra y 131 abstenciones, y también acordó el mandato negociador sobre el Portal de Emisiones Industriales, con 563 votos a favor, 51 en contra y 18 abstenciones.
En general, los eurodiputados respaldaron la propuesta de la Comisión de ampliar el alcance de la legislación a las instalaciones industriales de extracción (minas) y a las grandes instalaciones manufactureras de baterías (salvo las dedicadas al montaje de módulos de baterías y paquetes de baterías, obligándoles a reducir aún más la contaminación del aire, el agua y el suelo.
En cuanto a las explotaciones ganaderas, el Pleno de la Eurocámara apoyó mantener la legislación vigente e incluir granjas porcinas con más de 2.000 plazas de cerdos de producción (más de 30 kg), o con más de 750 plazas para cerdas reproductoras y granjas avícolas con más de 40.000 plazas para aves de corral, así como granjas con más de 750 unidades de ganado (LSU).
El Parlamento Europeo se opuso a extenderlo a las explotaciones ganaderas, como proponía la Comisión, que incluía un umbral de apenas 150 LSU para todo el ganado.
Además, el PE subrayó la importancia de garantizar que los productores de fuera de la Unión Europea cumplan requisitos similares a las normas comunitarias.
El COPA-Cogeca, la organización europea que defiende los intereses de los productores agrícolas y sus cooperativas, lleva meses exponiendo los problemas y las dificultades que la aplicación de la propuesta de la Comisión causaría sobre el terreno, con costes administrativos y económicos inasumibles, riesgo de cierre de explotaciones o de concentración excesiva, y de deslocalización de la producción hacia países extra-comunitarios.
Aunque el Consejo no lo reconoció en su orientación general, añade esta organización, los eurodiputados han enviado un mensaje claro de apoyo al sector agrícola, puesto que votaron a favor de mantener el ámbito de aplicación para las actividades de cría de cerdos y de aves de corral (2.000 plazas de cerdos y 40.000 plazas avícolas) y rechazaron la inclusión del ganado vacuno o de las granjas mixtas.
Sin embargo, señala el COPA-Cogeca, los eurodiputados decidieron mantener ciertas disposiciones que podrían resultar problemáticas en la práctica. En concreto, la norma de agregación pide a los Estados miembros que adopten medidas para considerar dos o más instalaciones, situadas cerca una de la otra, gestionadas por el mismo operador o bajo el control de una sola.
En este caso, el Consejo fue más preciso al afirmar que las autoridades competentes «pueden considerar» estas instalaciones como una sola.
En el diálogo tripartito (PE, CE y Consejo), los negociadores deben asegurarse de que esta norma no produzca más daño que el bien que pretende proteger y, especialmente, de que no amplíe su ámbito de aplicación, afirma esta organización, que confía en que el Consejo adopte la posición del Parlamento Europeo sobre el ámbito de aplicación de la DEI al sector ganadero durante las negociaciones a tres bandas.
La Directiva sobre Emisiones Industriales (DEI), ahora en proceso de revisión, establece normas para prevenir y controlar la contaminación por las emisiones de las grandes instalaciones agroindustriales al aire, el agua y el suelo, que pueden provocar problemas de salud (asma, bronquitis, cáncer) causantes de miles de muertes prematuras en la UE cada año.
Esta norma se enmarca en los planes de transformación ecológica y circular de de la industria europea, con el objetivo de que aporte importantes beneficios para la salud y el medio ambiente de los ciudadanos.
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