El técnico de la organización agraria ASAJA, Gregorio Juárez, ha destacado que la uva madura que todavía está sin recolectar es la que más riesgo tiene de sufrir los daños y requerirá un tratamiento urgente para evitar que se pudra, por los problemas que eso supone. En su caso personal, ha visto cómo la nave de su explotación, ubicada en la localidad toledana de Lillo, se ha cubierto de agua en una cuarta parte y el terreno más cercano está inundado, por lo que todavía es pronto para valorar los daños.
El especialista, que también tiene cultivo de olivar, ha asegurado que, en las explotaciones donde no haya caído pedrisco, el agua de las lluvias les vendrá muy bien a los olivos para la campaña que comienza en octubre, así como a las viñas que no se encuentren anegadas de agua y que estaban en una mala situación por la sequía.
El especialista, que también tiene cultivo de olivar, ha asegurado que, en las explotaciones donde no haya caído pedrisco, el agua de las lluvias les vendrá muy bien a los olivos para la campaña que comienza en octubre, así como a las viñas que no se encuentren anegadas de agua y que estaban en una mala situación por la sequía.
En zonas afectadas de la comarca de La Mancha, los viticultores pueden verse obligados a retrasar la vendimia en los viñedos actualmente en recolección por no poder entrar en las fincas, por lo que la producción final puede mermar si el fruto ya ha madurado y no se puede recoger aún.
Fuentes de ASAJA en Toledo han asegurado que los cultivos hortícolas de las explotaciones que están inundadas, especialmente los de la zona de La Sagra, también han sufrido importantes daños. En concreto, las pérdidas más importantes se estiman en la producción de pimiento, con al menos 90 hectáreas afectadas; la del tomate maduro que tampoco se ha podido recoger, y en menor medida la de cebolla.
Las fuertes lluvias provocadas por la DANA, que durante las últimas horas han afectado a amplias zonas del país, comienzan a remitir, si bien distintas otras organizaciones agrarias han apuntado que habrá que esperar para tener cifras completas de los daños causados en la agricultura.
La organización UPA ha subrayado el efecto positivo para el olivar, ya que los árboles absorberán el agua y el fruto engordará, si bien la floración se vio anteriormente afectada por la sequía y la cosecha no se prevé buena. No han observado efectos negativos en cultivos hortofrutícolas, frutos secos ni cereales, estos últimos recogidos casi en su totalidad, según UPA
«Este episodio extremo es una muestra más de la realidad del cambio climático», que solo se puede afrontar con mitigación, adaptación, ciencia, tecnología, ayudas, inversiones y el refuerzo de los seguros agrarios», ha afirmado dicha organización.