El Ministerio de Agricultura informó a las organizaciones del sector vitivinícola que, de acuerdo a las estimaciones y al balance provisional de existencias de vino con que acabó la pasada campaña a 31 de julio, en la presente 2023/24, no habrá un incremento del volumen mínimo de alcohol contenido en los subproductos eliminados de la vinificación (antigua destilación de prestaciones vínicas).
Esta decisión está justificada en que, de acuerdo con los datos disponibles a esta fecha, la estimación de oferta disponible de vino (existencias iniciales y previsión de producción) para la actual campaña 2023/2024 ascenderían a 68,61 Mhl, un volumen inferior a la media de disponibilidades del último lustro, que asciende hasta 73,11 millones. Es decir, un 6,2% y 4,5 millones menos, por lo que no tiene cabida la aplicación legal del incremento obligatorio de prestaciones vínicas.
Esta decisión está justificada en que, de acuerdo con los datos disponibles a esta fecha, la estimación de oferta disponible de vino (existencias iniciales y previsión de producción) para la actual campaña 2023/2024 ascenderían a 68,61 Mhl, un volumen inferior a la media de disponibilidades del último lustro, que asciende hasta 73,11 millones. Es decir, un 6,2% y 4,5 millones menos, por lo que no tiene cabida la aplicación legal del incremento obligatorio de prestaciones vínicas.
El MAPA calcula que el volumen de vino (sin mosto-zumo de uva) previsto para la campaña 2023/24 estará apenas en torno a 32,03 Mhl, lo que supone un 11% por debajo de la producción de vino en 2022/23 y un 16% por debajo también de la media del quinquenio anterior.
De acuerdo al artículo 48.5 del RD 905/2022, de 25 de octubre, por el que se regula la Intervención Sectorial Vitivinícola en el marco del Plan Estratégico de la Política Agrícola Común , “cuando las disponibilidades de vino para una campaña determinada sean superiores a la media de las últimas cinco campañas, la Subdirección General de Frutas Hortalizas y Vitivinicultura podrá incrementar el volumen de alcohol, que deben de contener los orujos y lías a destilar, hasta una cantidad no superior al 15 % del volumen de alcohol contenido en el vino del que procede», lo que no sería el caso en la campaña actual, donde a la producción esperada de vino se suman un stock de inicio de campaña 2023/24 de 36,58 millones de hectolitros.
En las últimas dos campañas (2021/22 y 2022/23), aunque las disponibilidades en la campaña 2021/22 superaron la media de las 5 anteriores y, por tanto, se diera el requisito legal para poder haber aplicado ese incremento del porcentaje de alcohol, el MAPA, tras consultarlo con el propio sector, decidió no llevarlo a la práctica. Sí, en cambio, incrementó el porcentaje en las prestaciones vínicas de la campaña 2020/21.
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