Diego Canga: «El objetivo del nuevo reglamento para proteger más a las IG se hará notar pronto»
Oviedo acogerá el 12 de marzo el primer Encuentro Nacional de Marcas de Calidad, una cita impulsada por la concejalía de Hostelería y Turismo para promocionar distintos productos con distintivos DOP o IGP, en el marco de la programación de Oviedo «Capital Española de la Gastronomía 2024. Diego Canga, director del área Agroalimentaria de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea, participará en el evento, donde se encargará de dos ponencias.
¿Cómo valora la importancia de este encuentro en Oviedo alrededor de las Indicaciones Geográficas?
Las Denominaciones de Origen Protegidas (DOP) y las Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), son las joyas de la gastronomía. España tiene 377 (aunque la cifra crece permanentemente) y dentro de la UE hay más de 3500. Es muy interesante que las DOP e IGP españolas se conozcan y cooperen entre sí. El evento del 12 de marzo en Oviedo, aprovechando la capital de la gastronomía, es muy novedoso y ojalá sea el primero de una larga serie. Las DOP e IGP españolas pasan por un buen momento y este encuentro debería servir para reforzarlas y que se creen sinergias entre ellas.
¿Cuáles son las principales novedades del Reglamento de las IGs aprobado en Bruselas el pasado otoño?
En pocas palabras, se fusionan tres reglamentos (sobre comida, vinos y licores) en uno solo y eso es bueno para la simplificación. Mejora la protección contra los abusos en internet, se protegen mejor las indicaciones geográficas como ingredientes de platos preparados, se refuerza el papel de los grupos de operadores reconocidos y se da más importancia a la sostenibilidad. Hay bastantes más puntos que explicaré en Oviedo con detalle.
¿Cuándo se empezarán a ver los efectos reales de esta normativa?
En cuanto entre en vigor que debería ser antes del verano de 2024. El esquema del reparto de trabajo entre las Administraciones nacionales y la Comisión Europea para aprobar o modificar una IG, no cambia mucho pero el objetivo de proteger más a las IG se hará notar pronto.
¿Qué representa el modelo de las IG para el futuro del medio rural y en la lucha contra la despoblación?
Las indicaciones geográficas son motores de empleo en las zonas rurales en las que se producen. Tenemos estudios muy detallados que demuestran que un producto con indicación geográfica de comida se vende a un precio 1,50 superior que el que no lo tiene. Por ejemplo, un embutido sin IG se vende por 10 euros y con IG se vende por 15 euros. Para los licores, ese precio es 2.52 veces superior cuando tiene IG y, en el caso de los vinos, el precio se incrementa un 2.85 más con IG. Es decir, un vino que cuesta 5 euros sin IG, se vende a 14,25 euros con IG. A las zonas rurales les conviene que haya IG porque el efecto dinamizador es incuestionable.