Llorente y Cuenca crea una Oficina Alimentaria para dar respuestas a los retos reputacionales y regulatorios del sector
La consultora líder especializada en “Corporate Affairs y Marketing informó este jueves 14 de marzo de la puesta marcha una Oficina Alimentaria para concentrar toda la experiencia y especialización desarrollada hasta ahora con empresas y organizaciones de la cadena alimentaria española, bajo una misma unidad.
Desde la citada Oficina, se asesorará a las compañías del sector alimentario con una visión transversal para el desarrollo de proyectos integrados, que combinen los asuntos públicos, la comunicación, el marketing o la publicidad.
Según LLYC, este servicio tratará de dar respuestas a los desafíos y retos actuales con los que se enfrenta el sector alimentario, a través de un enfoque coordinado desde todas las áreas de una organización.
Integrar esfuerzos se considera clave para la cadena alimentaria, con el fin de abordar conjuntamente dos fenómenos transformadores, como son la desinformación y la hiperregulación.
Por un lado, las “fake news” (noticias falsas) se han convertido en un mal sistémico para este sector, que necesita una comunicación rigurosa, basada en la mejor evidencia científica.
Por otro, el sector se enfrenta también a un exceso de regulación que afecta a la competitividad, para lo cual es necesario un trabajo consistente de pedagogía dirigido hacia las propias Administraciones públicas.
En suma, como reconocimiento de la importancia crítica de este sector para la economía nacional, la firma consultora LLYC acompañará al conjunto de la cadena en su reconocimiento como fortaleza estratégica española.
El responsable de esta Oficina Alimentaria será Fernando Moraleda, exsecretario general de Agricultura y exsecretario de estado de Comunicación (2004 – 2008). En la misma, se integrarán las capacidades de los equipos de Asuntos Públicos y Comunicación Corporativa, liderados respectivamente por Carlos Ruiz Mateos, director senior de Asuntos Públicos de España y Portugal, y por Nieves Álvarez, directora senior de Comunicación Corporativa y ESG.
Los proyectos se trabajarán siempre desde una perspectiva integral y científica en el abordaje, la estrategia, los materiales y documentos que se elaboren.
Para ello, se incorpora también al equipo Olga Rodríguez como asesora científica. Olga es médico (cirujana torácica), investigadora especializada en estructuras sanitarias complejas y fue directora médica de la Clínica Ruber Internacional.
Según la firma, la Oficina Alimentaria está formada por un equipo multidisciplinar compuesto por expertos entre los que destacan profesionales de los asuntos públicos, de marketing y de comunicación corporativa, así como especialistas en riesgos y digital.
Además, se incorporan a esta Oficina también los servicios que LLYC viene prestando en la puesta en marcha de proyectos de fondos europeos (PERTE Agro y de Descarbonización).
La consultora LLYC publica el informe “Alimentación en España: la era de la cooperación”
La presentación y lanzamiento de la Oficina Alimentaria de LLYC coincidió con la publicación del informe «La alimentación en España: la era de la cooperación», que identifica los principales cinco retos, que tiene el sector alimentario español y la manera en que éstos pueden ser abordados: ganar en soberanía alimentaria; la cadena alimentaria: una nueva cultura de la cooperación; sostenibilidad y competitividad de la mano; evidencia científica y educación alimentaria, y lucha contra la desinfomación.
Además, el informe ofrece una visión transversal de la cadena, destacando su relevancia como motor principal de la economía española.
Como es conocido, nuestro país es una potencia alimentaria mundial y este éxito se ve reflejado en la calidad y gran variedad de los productos alimentarios españoles, que han ganado reconocimiento internacional.
De hecho, España es ya el segundo exportador mundial de frutas y verduras, y el segundo exportador de carne y derivados del porcino de Europa. Esta situación, según la consultora, impone una preponderancia del contexto internacional sobre el nacional en la forma de abordar los desafíos que tienen las empresas. Y, sobre todo, empuja a las distintas organizaciones y agentes de la cadena de valor alimentaria a cooperar como no lo han hecho hasta ahora, con el fin de mantener la competitividad y sostenibilidad del sector.
Más en concreto, según Fernando Moraleda, director de la Oficina Alimentaria de LLYC, “las incertidumbres que genera la actual situación geopolítica obligan a reforzar nuestra soberanía alimentaria dentro del contexto de una Europa reforzada”.
El informe ofrece propuestas para fomentar la colaboración entre todos los eslabones de la cadena alimentaria y abordar los desafíos a los que se enfrenta de manera efectiva.
Para Moraleda, “hace falta crear una nueva cultura de cooperación entre los distintos eslabones de la cadena alimentaria, en la que si alguien pierde, pierden todos y si es alguien gana, ganan todos, así como de colaboración público-privada, que sería la mejor palanca de apoyo para alcanzar el desafío común de hacer más sostenible económica, social y medioambientalmente nuestro sector alimentario”.
Por su parte, Carlos Ruiz Mateos, coautor del estudio afirmó que “se trata, por tanto, de permitirnos más espacios para compartir un diagnóstico y cooperar a la hora de determinar e implementar las soluciones para seguir creciendo”.
Además, añadió Ruiz Mateos, “con la creación de la Oficina Alimentaria, en LLYC nos posicionamos, con una oferta innovadora en el mercado, como un socio estratégico para las empresas y organizaciones del sector ofreciendo asesoramiento integral en asuntos públicos, comunicación y marketing con el fin de afrontar, de manera conjunta, los retos del futuro”.
Pdf: Informe adjunto: ALIMENTACIÓN EN ESPAÑA – LA ERA DE LA COOPERACIÓN
