El estrés por calor da lugar a pérdidas económicas en el sector porcino causadas por un menor e inconsistente crecimiento de los animales, menor rendimiento reproductivo y una canal de calidad inferior, junto con unos mayores costes veterinarios (Renaudeau et al., 2011).
Por Ignacio Fernández-Fígares, Iván Mateos, Cristina Saro, Manuel Lachica, Zaira Pardo, María José Ranilla