Las leguminosas grano se caracterizan por su elevado contenido en proteína, siendo una de las principales fuentes de aminoácidos para la alimentación, así como por su capacidad de fijación del nitrógeno atmosférico, por lo que las necesidades de aportes nitrogenados son muy reducidas. En este artículo vamos a realizar un repaso de los nuevos problemas que están apareciendo en lo que concierne al control de malas hierbas y qué ingredientes activos nos van a ayudar a manejarlos.
J. M. Montull1 y J.M. Llenes2. 1Grupo de investigación en Malherbología y Ecología Vegetal. ETSEA. Agrotecnio. DCEFA. Lleida. 2Servicio de Sanidad Vegetal. Generalitat de Cataluña. Lleida.
J. M. Montull1 y J.M. Llenes2. 1Grupo de investigación en Malherbología y Ecología Vegetal. ETSEA. Agrotecnio. DCEFA. Lleida. 2Servicio de Sanidad Vegetal. Generalitat de Cataluña. Lleida.
Las especies más conocidas y cultivadas como leguminosas grano son los garbanzos, las lentejas, las judías secas, los guisantes secos, las habas secas, los altramuces dulces, las vezas y los yeros, y en menor medida las algarrobas, los titarros o almortas, alholva y alberjón. Aunque la soja también es una leguminosa se incluye, por su contenido en grasa, dentro del sector de las oleaginosas.
Según la normativa comunitaria, se denominan proteaginosas a los guisantes secos, los altramuces dulces y las habas y haboncillos, y debido a esa diferenciación normativa se analizan como un grupo separado del resto de las otras leguminosas grano. Dentro de las proteaginosas, el guisante seco es el cultivo más extendido, seguido de las habas secas y, en menor medida, el altramuz dulce.
En relación con el grupo de otras leguminosas grano, algunas de estas especies se cultivan en las zonas semiáridas españolas, tradicionalmente usadas como plantas barbecheras en nuestros secanos; es el caso de las vezas y los yeros de consumo animal; paralelamente se encuentran otras dos especies mayoritarias, lentejas y garbanzos, de consumo preferentemente humano, teniendo también una entidad reseñable la producción de judía seca.
El resto de las leguminosas grano, menos cultivadas, tuvieron una importancia considerable en nuestra agricultura de secano, pero han ido casi desapareciendo con la mecanización del campo, aunque actualmente existe un interés creciente por su recuperación.