Agricultores y ganaderos europeos piden que se reevalúe el acuerdo comercial UE-Mercosur
Las organizaciones agrarias europeas piden a los responsables políticos de la UE que reconsideren el acuerdo comercial UE-Mercosur tras la reciente suspensión por parte de Brasil de las exportaciones de carne de vacuno de hembras.
La última auditoría de la UE revela los persistentes problemas de Brasil para cumplir las normas europeas de seguridad alimentaria, sobre todo en lo que respecta al seguimiento de hormonas prohibidas.
La auditoría de la DG SANTE puso de manifiesto importantes lagunas en la capacidad de Brasil para rastrear el uso de hormonas en sus exportaciones de ganado a la UE, en particular el estradiol 17β, una hormona de crecimiento muy utilizada en Brasil pero prohibida en la UE desde hace más de 40 años por sus posibles riesgos de cáncer.
A pesar de estos resultados, la Comisión Europea ha permitido a las autoridades brasileñas aplicar una «autoprohibición» hasta que puedan garantizar la exportación de carne de vacuno sin hormonas a Europa. Esta decisión ha suscitado serias dudas sobre la idoneidad de la supervisión y la fiabilidad de la autorregulación brasileña, sobre todo teniendo en cuenta el reciente escándalo de la «Carne Fraca», que puso al descubierto graves fallos de regulación en la industria cárnica brasileña.
Además, en el caso de los cultivos herbáceos, las dificultades recurrentes en Brasil para restringir el uso de productos fitosanitarios peligrosos y las crecientes diferencias en términos de normas fitosanitarias entre Brasil y la UE hacen que la situación sea insostenible e inaceptable para los agricultores de la UE.
Por ejemplo, un próximo estudio del CEPM muestra que el 52% de las sustancias activas autorizadas para su uso en el maíz en Brasil y Argentina habían sido prohibidas en la UE, algunas de ellas, como la atrazina, ¡durante más de 15 años!
En cuanto a la remolacha azucarera, se trata de una treintena de sustancias activas autorizadas en la caña de azúcar en Brasil, pero cuyo uso en la remolacha azucarera ya no está autorizado en la UE. Estas diferencias no pueden explicarse únicamente por las diferentes condiciones, como el clima, el suelo o las medidas de mitigación. Una sustancia activa considerada peligrosa para la salud o para el medio ambiente en la UE también debería ser considerada peligrosa en los países del Mercosur.
Según explica Copa-Cogeca en un comunicado, los agricultores europeos están alarmados por los riesgos potenciales del aumento de las importaciones procedentes de Brasil en el marco del acuerdo UE-Mercosur, ya que ello socavará las estrictas normas de la UE en materia de bienestar animal, protección del medio ambiente y salud de los consumidores.
«Permitir el acceso al mercado europeo a productos que no cumplen estas normas establecidas sería un perjuicio tanto para los productores como para los consumidores de la UE».
Instan a los responsables políticos de la UE a rechazar este acuerdo en su forma actual y a defender una política comercial que defienda las rigurosas normas de nuestro sector agrícola y refleje los valores europeos, tal como se subrayó en el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura.