El Consejo de Europa decide rebajar el nivel de protección del lobo a «simple especie protegida»

El Consejo de Europa decide rebajar el nivel de protección del lobo a «simple especie protegida»

El comité permanente encargado de supervisar la Convención de Berna ha decidido este martes aceptar la propuesta de la Unión Europea para rebajar el nivel de protección del lobo, que pasa de ser una especie «estrictamente protegida» al estatuto de simple especie protegida.

Este cambio debe entrar en vigor tres meses después de que se publique la decisión el próximo viernes, aunque de aquí a entonces no se llevaría a cabo si un tercio (17) de los países que forman parte de la Convención de Berna manifestaran su oposición, precisó el Consejo de Europa en un comunicado.

La principal novedad con el cambio de estatuto es que, con el de protección estricta, la caza o la captura de estos animales estaba prácticamente prohibida.

Este cambio dará mayor flexibilidad a los Estados miembros para gestionar sus poblaciones locales de lobos, según el Ejecutivo comunitario.

Al mismo tiempo, como el lobo seguirá siendo una especie protegida, las medidas de conservación y gestión de los Estados miembros seguirán teniendo que alcanzar y mantener un estatus de conservación favorable, añadió Bruselas.

Para la Comisión, las inversiones en medidas adecuadas de prevención de daños siguen siendo esenciales para reducir la depredación del ganado por parte de los lobos.

Y subrayó que seguirá ayudando a los Estados miembros y a las partes interesadas en el diseño y la aplicación de dichas medidas mediante financiación y otras formas de apoyo, que no precisó.

La Comisión propuso hace un año cambiar el estatus de protección del lobo, en base a datos sobre el aumento de las poblaciones loberas y del impacto en el mundo rural de ese incremento.

La propuesta fue adoptada por el Consejo de la UE en septiembre pasado. La Eurocámara se expresó en el mismo sentido en noviembre de 2022.

Para solicitar el cambio, la Comisión alegó que el estatuto de protección del lobo se adoptó en 1979 -en virtud del convenio internacional de Berna sobre la conservación de la fauna y flora silvestres y los hábitats naturales de Europa-, teniendo en cuenta los datos científicos disponibles en el momento de las negociaciones.

«La reaparición de los lobos es una buena noticia para la biodiversidad en Europa. Pero la concentración de manadas de lobos en algunas regiones europeas se ha convertido en un peligro real, especialmente para el ganado«, dijo entonces Von der Leyen.

Las peticiones de permitir una mayor flexibilidad para gestionar más activamente las concentraciones críticas de lobos llegaron de varias regiones europeas, entre ellas de varias comunidades autónomas españolas, como Cantabria, Castilla y León y Asturias, las denominadas comunidades loberas en España, así como La Rioja y Andalucía.

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