COAG Andalucía pide a la CNMC que investigue la drástica bajada de precio en origen del aceite
COAG Andalucía ha pedido que la Comisión Nacional de los mercados y la Competencia investigue posibles acuerdos en la compraventa de aceite de oliva en origen, ante la sospecha de que se están forzando los precios drásticamente a la baja, incluso por debajo de los costes de producción.
Los últimos datos del PoolRed con precios medios de la última semana ponen de manifiesto que el precio del aceite de oliva ha pasado en pocas semanas de ocho euros en origen a poco menos de cuatro euros, en concreto el precio medio del aceite de oliva virgen extra (la categoría superior) en la provincia de Jaén ha sido de 3,86 euros el kilo.
Ante estos datos, Juan Luis Ávila, responsable de Olivar de COAG, ha asegurado que «todo hace ver que se está produciendo una bajada artificial del precio del aceite» y sospecha que se podrían estar realizando acuerdos comerciales forzando a la baja el precio de forma artificial, según ha informado esta organización agraria en un comunicado.
«Si tuviéramos pruebas ya estarían denunciadas, pero no tenemos medios para acceder a ellas, por lo que exigimos a Competencia que investigue los hechos«, especialmente cuando los datos de cosecha a nivel mundial muestran que la producción dará, apenas, para abastecer el mercado durante un año, ha afirmado el dirigente agrario.
Otro dato sobre el que alerta COAG es que, aunque las previsiones de cosecha son superiores a la de años anteriores en España y más concretamente en Andalucía, después de tres años muy malos, las existencias actuales de aceite a 30 de noviembre eran 50.000 toneladas, menor a las del año pasado.
Por ello, ha hecho un llamamiento a los grandes grupos aceiteros y cooperativas para «enfrentarse a estrategias artificiales de bajada del precio del aceite» y sacar al mercado el aceite con «precios sensatos que no hagan tambalear las economías de los productores», cuando por fin se puede recoger una cosecha media de aceite en cuanto a kilos de aceituna, aunque con rendimientos grasos muy por debajo de la media, después de unos últimos meses en los que apenas si ha llovido, cuando el olivo más lo necesitaba, y en un escenario internacional de reducción de producción de aceite.