María José Hernández Mendoza, presidenta del FEGA: «Las flexibilizaciones han venido para quedarse»

María José Hernández Mendoza, presidenta del FEGA: «Las flexibilizaciones han venido para quedarse»

Por Miguel Ángel Mainar

Ingeniera agrónoma, llegó al cargo en 2022 y piensa que es el momento de reconocer la labor de los equipos humanos que han gestionado el organismo desde su creación.

 

Ingeniera agrónoma, llegó al cargo en 2022 y piensa que es el momento de reconocer la labor de los equipos humanos que han gestionado el organismo desde su creación.

Treinta años de Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA). ¿Quién ha cambiado más, el organismo o la agricultura?

Van a la par. Lo que hacemos es acompañar al sector agrario en todo lo relativo a la PAC y la PAC ha cambiado mucho en 30 años. Al principio eran medidas de intervención, restituciones a la exportación…, y luego hemos evolucionado hacia las medidas desacopladas, lo que ha supuesto un cambio importante para la forma de trabajar del FEGA. Creo que podemos estar orgullosos de haber evolucionado mediante altas dosis de innovación y tecnología. Hemos sido precursores en la UE de muchas medidas innovadoras de gestión.

Por ejemplo…

Fuimos pioneros en hacer los controles por teledetección, con imágenes de satélite. Con los años la hemos mejorado mucho y ahora monitorizamos el cien por cien de la superficie con una imagen cada cinco días, aunque en algunos casos sigue siendo necesario el control sobre el terreno.

En los inicios de la teledetección había muchas quejas por errores de las imágenes.

Ahora el grado de incidencias, la diferencia entre lo declarado en la solicitud única y lo que indican los controles, es muy bajo.

¿Y el problema con los pastos y los coeficientes de admisibilidad está resuelto?

Esto lo hemos resuelto trabajando con el Instituto Geográfico Nacional y utilizando el vuelo LIDAR, que ofrece imágenes 3D y permite distinguir perfectamente arbustos de árboles y de bosques. Somos de los pocos países de la UE que pueden ofrecer ese nivel de precisión y el coeficiente de subvencionabilidad de pastos, que precisamente actualizamos con la nueva PAC, se establece con un grado de precisión que solo la ortofoto no podía ofrecer. Siempre que hay un nuevo cálculo del coeficiente hay una serie de incidencias al comienzo, porque la precisión no es total, pero el número de estas es muy bajo. Es un tema muy sensible para la UE y en algún momento provocó una corrección financiera, así que estamos obligados a garantizar que lo que pagamos es para superficies que realmente se pueden pastar.

Con algunas administraciones autonómicas había desajustes por los sistemas informáticos empleados, ¿también está corregido?

El FEGA ha trabajado mucho en armonizar toda la información y lo que hemos hecho es poner a disposición de todas las comunidades una serie de aplicaciones informáticas que pueden decidir utilizar o no. La más importante, sin duda, es el Sistema de Gestión de Ayudas (SGA), que permite presentar la solicitud única y luego ofrece muchos módulos de gestión (Sigpac, derechos…). En él están todas las comunidades excepto Cataluña y Castilla y León; País Vasco se está incorporando este año. Con esto podemos decir que más de 500 000 agricultores utilizan la misma herramienta informática para la gestión de la PAC. Con las dos comunidades que no están tenemos una serie de herramientas de intercambio estandarizadas. Otro de los grandes hitos en interoperabilidad y armonización de datos es el SIEX, en el que hemos avanzado mucho. Y no nos olvidemos del Sigpac, que lo utilizan todas las comunidades y ahora cumple 20 años.

¿El SIEX es el gran proyecto tecnológico actual del FEGA?

Sí, compartido con otras direcciones generales, porque su objetivo es convertirlo en la plataforma digital donde esté toda la información que existe sobre el sector agrario, pues no toda es competencia del FEGA. Estamos en la fase de integración de todas las bases de datos y después, una vez se resuelvan aspectos como la calidad o la protección del dato, se podrá poner a disposición de toda la sociedad con una información muy valiosa.

¿El cuaderno digital es competencia del organismo?

Hemos creado uno gratuito con otras direcciones generales que ya está abierto y disponible en prácticamente todas las comunidades autónomas. Es un módulo del SGA y creemos que 2025 es un año muy interesante para que los agricultores lo empiecen a probar.

Uy, les da mucho miedo, ¿cómo se les puede tranquilizar?

Quizá no hemos sido suficientemente buenos en la comunicación y ahí tenemos que hacer un esfuerzo, pero lo tienen que ver como una herramienta de apoyo a la gestión de su explotación. Por eso es importante que lo prueben este año en que es voluntario, nosotros no les vamos a pedir la información, pero si empiezan a brujulear en él verán que no es tan complicado y además es rápido.

¿Ya tiene todo el mundo claro qué son los ecorregímenes y cuáles le convienen?

Yo creo que sí. El dato lo dice: en 2024 el 88 % de la superficie consignada en la solicitud única se ha acogido a alguno de ellos.

¿Y ese 88 % ha mantenido el nivel de subvención que tenía con anterioridad?

Los ecorregímenes tienen un presupuesto menor que el que había en el pago verde de la anterior programación, pero se ha asignado un mayor porcentaje del sobre presupuestario de la PAC a la ayuda básica a la renta y al pago redistributivo, por lo que el nivel de apoyo final va ligado a este último, que es el que ayuda a las explotaciones medianas, más profesionales. Lo que es seguro es que no se han perdido fondos; en la primera campaña, la de 2023, se ha pagado el 99,1 % del presupuesto asignado a España; de los 4875 millones se han pagado 4833. En los ecorregímenes, donde había ese gran miedo, el sobre era de 1107 millones y se han pagado 1112.

¿La PAC de 2025 será más tranquila?

Espero que sí. El primer año de una nueva programación siempre es complicado y en este caso hubo muchos cambios, y en el segundo siguió habiendo cambios y además muy sustanciales en pleno periodo de presentación de la solicitud única, lo que generó mucha complejidad para los agricultores y las entidades colaboradoras y para las administraciones. Creemos que 2025 será ese año de estabilidad que es tan necesario, porque no hay mayor simplificación que la estabilidad.

Los cambios de 2024 fueron, fundamentalmente, de flexibilización. ¿Fue algo puntual o hay que darla por definitiva?

Las flexibilizaciones han venido para quedarse. De las 10 BCAM se modificaron 4 de manera muy importante y se van a mantener hasta el final del periodo, como la exclusión de los controles y penalizaciones a los agricultores con menos de 10 hectáreas. En los ecorregímenes se ha buscado mejorar el grado de acogida en las prácticas o zonas donde había sido menor; entran en vigor este año y habrá que esperar a ver cómo resultan estas flexibilidades. También este año entran en vigor cambios de la BCAM 7.

¿Para qué sirve cumplir 30 años?

Tiene que servir como agradecimiento al trabajo del equipo humano que lo compone y que lo compuso con anterioridad, que gestiona un gran presupuesto, pero es muy desconocido. Le echa muchas horas para que la PAC se gestione de la mejor manera posible y el dinero llegue a los agricultores y ganaderos. Creo que merece un poco de reconocimiento. El esfuerzo, además, se ha multiplicado para poder pagar las ayudas extraordinarias por la guerra de Ucrania, la sequía y la dana de Valencia, más de 1200 millones que se han gestionado desde el FEGA a pesar de ser, como organismo pagador, una entidad pequeña.

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