Jaume Almacellas Gort. Servicio de Sanidad Vegetal. Generalitat de Cataluña.
El impacto económico de las royas en los cultivos de peral y membrillero es habitualmente bajo, pero pueden suceder epidemias severas que causen pérdidas importantes, aunque ocasionales. En estos casos y también cuando se detectan epidemias incipientes que pueden provocar cierta severidad de daños en frutos, es recomendable adoptar medidas de control fitosanitario, incluidos los fungicidas, si se consideraran justificados y necesarios en un programa de Gestión Integrada.
El impacto económico de las royas en los cultivos de peral y membrillero es habitualmente bajo, pero pueden suceder epidemias severas que causen pérdidas importantes, aunque ocasionales. En estos casos y también cuando se detectan epidemias incipientes que pueden provocar cierta severidad de daños en frutos, es recomendable adoptar medidas de control fitosanitario, incluidos los fungicidas, si se consideraran justificados y necesarios en un programa de Gestión Integrada.
La roya es una enfermedad que se suele considerar secundaria en el cultivo del peral y que encontramos también en el cultivo del membrillero y muy ocasionalmente en manzano. En las zonas habituales de estos cultivos, no suele considerarse una enfermedad clave, es decir, de suficiente importancia como para condicionar el resto de la gestión fitosanitaria de enfermedades. Con ello queremos indicar que es menos frecuente y que, normalmente, controlando enfermedades principales como la estemfiliosis o el moteado, suele ser suficiente para tener a raya esta enfermedad. Aun así, las royas son hongos basidiomicetos y los hongos causantes de estemfiliosis y de roña son ascomicetos, con un perfil de control fitosanitario, tanto químico como biológico y cultural, bastante diferentes.
Control_roya_peral_membrillero