UPA-UCE denuncia que la falta de control cinegético dispara la propagación de enfermedades ganaderas
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos en Extremadura denuncia las
graves pérdidas económicas de la ganadería extremeña, ante la falta de control
cinegético que multiplica el riesgo de contagio y el endurecimiento en los
protocolos sanitarios de detección de enfermedades (especialmente
tuberculosis), que bloquea las explotaciones y obliga a los ganaderos a vender
sus animales sanos a precios ‘de ruina’.
El aumento desproporcionado del censo de animales salvajes (especialmente jabalíes) y la descoordinación del Ejecutivo extremeño a la hora de organizar las campañas de saneamiento, están suponiendo un alarmante incremento de los índices de positivos en tuberculosis y brucelosis en la cabaña ganadera de la región, especialmente en zonas como Plasencia, Coria y Navalmoral de la Mata.
A UPA-UCE le preocupa especialmente el incremento de la fauna silvestre y la falta de control y regulación cinegética, que está ocasionando la propagación de enfermedades al ganado. Para la organización profesional agraria, es necesario que la Dirección General de Medio Ambiente ‘actúe y deje de mirar para otro lado’ para reducir el número de ejemplares y controlar sanitariamente a estos animales, evitando así la transmisión de enfermedades a las ganaderías de la región: ‘Se trata de un problema muy importante, que si no corregimos en su origen, las inversiones y tratamientos que lleven a cabo los ganaderos no servirán absolutamente para nada’, señala Antonio Prieto, secretario de Ganadería de UPA-UCE.
Por otro lado, el MAGRAMA ha cambiado el protocolo de actuación en las pruebas para detectar la tuberculosis en las cabañas, siendo más sensibles a la aparición de positivos (incluso de falsos positivos, ya que la prueba no es 100% fiable). En el caso de aparecer un positivo en la explotación, la reglamentación actual obliga a bloquear a los animales sanos y venderlos a cebaderos sin catalogación sanitaria, que aprovechan la ocasión para pagar precios ‘miserables’ a los ganaderos por animales ‘en perfecto estado’.
Esta regulación, que UPA-UCE califica de ‘injusta’, condiciona en gran medida la
comercialización de animales que, incluso tras el saneamiento que demuestra que el animal está sano, obliga a los ganaderos a derivarlos a ‘cebaderos sucios’ y origina graves pérdidas económicas a la explotación.
Por ello, desde UPA-UCE Extremadura reclaman a la Consejería de Agricultura que defienda los intereses de los ganaderos extremeños y exija al Ministerio la modificación de la regulación nacional para que los animales sanos puedan comercializarse a través de los canales habituales, y cesen de una vez los bloqueos en las explotaciones afectadas.