La llegada al Delta del Ebro del caracol manzana es el primer caso conocido de naturalización de esta especie en Europa, hecho que incrementa el riesgo de expansión en países templados, desde la Península Ibérica a los Estados situados en el área mediterránea. La tolerancia a las condiciones climáticas templadas en Europa ya ha sido comprobada en el Delta y es debida por una parte a la especie que ha colonizado el Delta (Pomacea maculata =P. insularum) y de otra, a su gran capacidad de aclimatación.
El caracol manzana, una nueva plaga del cultivo del arroz
Trinidad Plaza y Gemma Galimany. Servicio de Sanidad Vegetal del Departamento de Agricultura, Ramaderia, Pesca, Alimentació de la Generalitat de Cataluña.
El caracol manzana es un molusco gasterópodo acuático de la familia de los Ampullariidae que ha causado estragos en cultivos de zonas húmedas, sobre todo en arrozales, en todos los lugares del mundo que ha colonizado, especialmente en el sureste asiático.
Su capacidad de convertirse en una plaga agrícola y ecológica proviene de tres características que lo definen: una gran tolerancia a condiciones ambientales variables le permite colonizar casi cualquier hábitat acuático de agua dulce; una gran capacidad de reproducción y la llegada a la madurez de los ejemplares juveniles en un espacio de tiempo muy corto (unos tres meses) que lo convierten a menudo en la especie dominante en hábitats invadidos; y finalmente, siendo básicamente herbívoros voraces llegan a convertirse rápidamente plagas agrícolas con efectos dañinos en cultivos herbáceos de inundación.