El complejo Emina Rueda-Oliduero de Medina del Campo, Valladolid, acogió los I Premios Oliduero, que reconocen y premian a diversas instituciones y personalidades del ámbito gastronómico, social y económico por el fomento y la promoción en España del Aceite de Oliva Virgen Extra.
Medio millar de invitados asisten a la entrega de los I Premios Oliduero
Al acto acudieron casi 500 personas, contando con representantes de la vida política, económica, empresarial y gastronómica, fundamentalmente de los sectores oleícola y vitivinícola. Los invitados pudieron visitar la primera almazara ecológica de Valladolid y su Centro de Interpretación del Olivo, recientemente abierto al público, así como degustar en primicia aceites de alta gama cosechados hace escasos días, acompañado del Sauvignon 2015 elaborado por Bodega Emina.
Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, clausuró el acto tras recibir el Premio Extraordinario de manos del presidente de Grupo Matarromera y Oliduero, Carlos Moro, quien inauguró la primera edición de estos Premios que tienen el objetivo de “profundizar en el valor del aceite de oliva como alimento saludable y beneficioso para su consumo por parte de todos y que permite crear actividad y empleo cualificado y puntero en una empresa de ámbito rural”, destacando también la calidad “del AOVE de esta tierra que retoma su actividad con intensidad y fuerza”.
El resto de premiados en esta edición fueron Carrefour, por su esfuerzo en la distribución y comercialización de los AOVEs españoles, que recibió el Premio a la Comercialización; Juan Mari Arzak, en la categoría de Promoción Gastronómica; Vidal Maté, de Comunicación; Miguel Ángel Martínez, catedrático de la Universidad de Navarra y responsable del estudio PREDIMED sobre los beneficios del aceite de oliva para el corazón, que recibió el Premio Oliduero a la I+D+i; y la Escuela Internacional de Cocina Fernando Pérez de Valladolid, reconocida con un Accésit a la Promoción del Aceite de Oliva.
Los premiados recibieron, además de un diploma acreditativo, una escultura de Cristóbal Gabarrón, diseño exclusivo para estos premios que representa la “piel de herrumbre”, forjada a base de cambios producidos en distintas fases, como la oliva que curte su piel a la intemperie, y el sol, la tierra y el tiempo la hace madurar.