Las cuatro especies principales productoras de frutos secos (almendro, avellano, nogal y pistachero) tienen entre sí aspectos comunes y también diferentes. En este artículo se revisa su situación, la problemática y perspectivas en una economía de mercado globalizada.
Los frutos secos, un sector agrícola estratégico español por el valor de su producción
Ignasi Batlle, Mercè Rovira, Agustí Romero, Neus Aletà y Xavier Miarnau. Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA). Mas de Bover. Constantí, Tarragona.
Los sistemas de producción de frutos secos están actualmente inmersos en una revolución productiva y tecnológica debido a la gran demanda del mercado y a sus elevados precios, que vienen determinados por las producciones anuales en los principales países productores: EE.UU (almendra y pistacho), Turquía (avellano) y China (nuez) y las cotizaciones euro/dólar, destacando la producción española de frutos secos por su calidad frente a otros países productores.
La producción mundial de almendra, avellana, nuez y pistacho se ha incrementado notablemente en los últimos treinta años. España es un gran productor de almendra y, en menor medida de avellana, mientras que la producciones de nuez y pistacho son insignificantes. En España, también se producen importantes cantidades de otros frutos secos como piñón real (primer productor mundial) y castaña.
El importante y sostenido crecimiento de la producción mundial de almendra, avellana, pistacho y nuez en los últimos años, junto con el incremento de la cosecha de otros frutos secos (pacanero, anacardo y macadamia), que compiten con ellos, han originado descensos de precios durante largos períodos. Sin embargo, en general, el mercado ha mostrado una gran capacidad de absorción del incremento de la producción mundial. Además durante los últimos años se han abierto nuevos mercados con gran demanda y los precios se han disparado.
El caso más relevante es el de la almendra que es el principal fruto seco a nivel mundial y el que marca las tendencias del mercado e influye en los precios. La producciones de California y Australia se han incrementado notablemente durante la última década y estos países han abierto nuevos mercados en el este de Asia (China e India), sin tradición de consumo pero con grandes poblaciones y, en parte, con suficiente poder adquisitivo para incorporarlos a su dieta.