La consejera de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Ortiz Rivas, acompañada del alcalde de La Rinconada, Javier Fernández de los Ríos y el presidente del sector de la Patata de Asociafruit, Marco Román han inaugurado esta mañana en la Hacienda Santa Cruz de San José de la Rinconada el IV Congreso de Patata Nueva de España.
Demandan un acuerdo para evitar la publicidad engañosa en la comercialización de la patata nueva
El alcalde de La Rinconada, Javier Fernández de los Ríos, ha dado las gracias a todos los participantes y ha destacado la fuerte implicación del Ayuntamiento de La Rinconada con el sector de la patata por ser un cultivo histórico en la localidad y toda la zona. Por su parte, Carmen Ortíz, consejera de Agricultura, ha anunciado la puesta en marcha de una campaña de promoción para informar al consumidor de las bondades de la patata nueva y ha animado a crear una interprofesional para impulsar el sector en todos los mercados.
El presidente del sector de Patata de Asociafruit, Marco Román, ha denunciado que la práctica generalizada de publicidad engañosa de las cadenas de distribución y minoristas se sigue produciendo sin que las administraciones públicas ofrezcan respuestas eficaces a una situación que pone en riesgo al sector y provoca una bajada de la confianza en el consumidor. La práctica consiste en vender como patata nuevas las que son de conservación y vienen importadas de países extranjeros, principalmente de Francia.
Debido a la práctica denunciada, Román ha indicado que Asociafruit ha detectado una caída en las hectáreas de cultivo dedicadas a la patata, que viene arrastrándose desde hace más de dos décadas. Así, de las 271.300 hectáreas de cultivo registradas en España en 1990, se pasó, en 2013, a 71.100 hectáreas, lo que supone una reducción del 73,7%. En el caso de Andalucía, de 23.000 hectáreas cultivadas, se pasó a 10.850 en 2013, lo que supone un descenso del 52,8%. En 2015, lejos de paliarse, la caída ha continuado, de manera que la reducción de superficie cultivada ha sido de un 4% aproximadamente, tanto en España como en Andalucía.
La caída de la producción tiene que ver directamente con el hecho de que España importa el 70% de la patata de otros países, fundamentalmente de Francia, mientras que la mayor parte de la producción de patata nueva o de temporada de España se exporta a Europa, ya que es un producto con calidad reconocida internacionalmente.
Para Marco Román, se está generando una gran paradoja pues los consumidores de los mercados europeos demandan la patata nueva española mientras que “en nuestro país se consume patata de conservación, con lo que el consumidor está perdiendo su confianza en un producto que ha sido un referente en todos los hogares españoles”. Esa pérdida de confianza se explica porque “se está consumiendo patata de conservación que se mantiene durante largos periodos de tiempo a baja temperatura, con lo que pierde frescura y parte de sus propiedades”. Según Román, “las cadenas de distribución están interesadas en crear desinformación para tener un consumidor perezoso para favorecer la compra de patata de conservación frente a la patata nueva”.