Cooperativas de Castilla-La Mancha promoverá un nuevo sistema de retribución de la uva
Tal y como explica el portavoz de vinos de Cooperativas, y gerente de la cooperativa Nuestra Señora de Manjavacas de Mota del Cuervo (Cuenca), Juan Fuente Rus, “se deben fijar unos criterios acordes a la mejor retribución del vino en los diferentes mercados, desterrando políticas de retribución injustas que provoquen tensiones en el sector”.
En este sentido, para Cooperativas una uva de calidad debe ser aquella que permita elaborar el vino en las mejores condiciones. Para lograr esta calidad se deben tener en cuenta dos criterios agronómicos básicos: los kilos de uva recogidos por hectárea (rendimiento agronómico) y la variedad de la vid. Por eso los viticultores deben tener en cuenta que a partir de cierta cantidad producida, la calidad comienza a resentirse.
Respecto a la variedad de la vid, Juan Fuente afirma que “es necesario que el viticultor haga una separación de las variedades a la hora de diferenciar la calidad de la uva, distinguiendo entre variedades mayoritarias o tradicionales (blancas y tintas) y minoritarias o internacionales”.
Otro criterio importante a considerar a la hora de fijar el precio es el Grado Alcohólico Probable (GAP) de la uva. En este sentido Cooperativas pretende determinar un rango óptimo, diferenciando uvas blancas y tintas, ya que ello dará cuenta del producto que se quiere lograr, a la vez que determina la madurez del fruto con el equilibrio de todos los compuestos: azúcares, ácidos, sustancias colorantes y sustancias aromáticas.
Para Juan Fuente “el sistema de retribución de la uva que se pretende perfilar debe fijar unos criterios básicos y comunes a todas las bodegas cooperativas de la región con el fin de discriminar su pago, adaptándose a las distintas circunstancias de cada campaña, ya que las condiciones de mercado son diferentes cada año”.