La lluvia caída durante las últimas semanas (cerca de 200 l/m2 en la provincia de León o en Benavente desde el 1 de abril hasta hoy) van a obligar a los agricultores a realizar una siembra muy tardía de maíz, lo que conlleva la reducción del ciclo, así como del potencial de rendimiento del cultivo. Semillas LG recomienda una serie de medidas para favorecer la implantación del cultivo, minimizar las pérdidas que un cambio de ciclo puede ocasionar, y de esta forma mantener la rentabilidad del maíz.
Recomendaciones de Semillas LG para mantener la rentabilidad del cultivo de maíz en siembras tardías
Estas recomendaciones incluyen:
– Evitar realizar labores con el suelo demasiado húmedo, ya que los rendimientos pueden reducirse este año debido al retraso de la siembra. Los efectos de la compactación del suelo que ello provocaría podrían disminuir el rendimiento durante varios años.
– Adaptar la dosis de abonado nitrogenado al nuevo potencial de rendimiento esperado para aumentar lo más posible la rentabilidad del cultivo (no hay que aportar la misma dosis de nitrógeno para un rendimiento esperado de 15 t/ha que para 12 t/ha).
– Utilizar las dosis de siembra óptimas en función del potencial de rendimiento esperado de cada parcela. Las densidades de siembra recomendadas para fechas de siembra temprana suelen ser un 5-10% mayor que la población de cosecha deseada, debido a la posibilidad de una mayor mortalidad de las plántulas. Sin embargo, las temperaturas del suelo son generalmente más altas en parcelas sembradas más tarde, y como resultado, la germinación y la nascencia deberían ser más rápidas y uniformes. Por ello, y puesto que se ha retrasado la siembra, el margen aplicado sobre la población de cosecha deseada se puede reducir (por ejemplo, hasta un 3%) en previsión de un mayor porcentaje de plántulas emergentes.
– Utilizar híbridos de ciclo más corto, adaptados y sembrados en Castilla y León, como LG 30.369, –que lleva tres años sembrándose en esta comunidad autónoma con excelentes resultados, según apuntan desde la propia compañía–, para intentar que alcancen la madurez fisiológica (punto negro) antes de que se produzcan las primeras heladas en otoño.