La presidenta nacional de la Federación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), Lola Merino, ha participado este pasado lunes y martes en la ciudad irlandesa de Cork en la 'Cumbre europea sobre Desarrollo Rural. Cork 2.0', organizada por la Comisión Europea.
Lola Merino destaca la necesidad de garantizar el protagonismo de mujeres y jóvenes en la Europa rural
20 años después de la celebración de la primera Cumbre de Cork (1996), en la que se reconocía que el desarrollo rural sería una prioridad para las políticas comunitarias con el objetivo de frenar la despoblación, la desigualdad entre mujeres y hombres y fomentar el empleo, la igualdad de oportunidades y la preservación del medioambiente, la Comisión Europea ha organizado esta segunda Conferencia que ha culminado con la redacción de una nueva “Declaración de Cork” que contempla un total de diez aspectos claves para el futuro de las políticas de desarrollo rural de la UE.
El comisario de Agricultura, Phil Hogan, ha sido el encargado de presentar la segunda Declaración de Cork, que recoge diez aspectos primordiales y que abordan la promoción del mundo rural, el fortalecimiento de las cadenas de producción y la viabilidad de las zonas rurales; la preservación y administración de los recursos ambientales y naturales; la acción por el clima; la mejora en el acceso al conocimiento y la innovación de la sociedad rural, así como la simplificación y mejorar de las políticas de desarrollo rural, especialmente en la asignación de fondos.
De todas estas conclusiones, Lola Merino ha destacado algunas que considera “trascendentales” para los casi seis millones de mujeres rurales españolas. En concreto, se ha referido a la necesidad de evitar el éxodo rural, y la fuga de mujeres y jóvenes de las zonas rurales “para lo que se hace necesario mejorar el acceso a los servicios, las oportunidades de empleo, así como el fomento del espíritu empresarial en nuevos sectores económicos”.
La responsable de AMFAR también ha hecho hincapié en la necesidad de superar la brecha digital que sufren estos territorios y desarrollar el potencial que ofrece la digitalización de las zonas rurales. “Todas las políticas deben promover la calidad de vida rural y satisfacer las aspiraciones de las mujeres y los jóvenes, que son la garantía del relevo generacional y por tanto, del futuro del medio rural español y europeo”.