El presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, ha informado de que la lluvia caída en los últimos días “está favoreciendo el buen desarrollo del periodo de montanera, por lo que la campaña está resultando mejor en cuanto a las previsiones que se tenían debido a la escasez de precipitaciones que se venía produciendo”.
La lluvia favorece el buen desarrollo del periodo de montanera, según Asaja Córdoba
La montanera es la última fase de la cría del cerdo ibérico en la que se deja pastar al cerdo en la dehesa para su engorde. La fase de montanera va desde octubre a febrero, coincidiendo con el periodo de maduración de la bellota, pero la duración de esta etapa varía con frecuencia en función de la climatología, que además es determinante para que los cerdos la cubran de una forma óptima.
El agua de los últimos días está permitiendo “una maduración lenta del fruto y del crecimiento de la hierba, que es complemento para la alimentación de los cerdos ibéricos en esta temporada aportándole calidad, lo que da tranquilidad a las fincas porque la montanera será mucho mejor de lo esperado debido a que estas lluvias han mejorado mucho la cosecha de bellota y la hierba en la dehesa”.
Fernández de Mesa ha destacado, por tanto, las buenas condiciones para un jamón ibérico de bellota con “la máxima calidad y excelencia para competir con los mejores productos del mercado”.
Muestra de ello es el informe de sacrificios por mataderos de esta campaña (septiembre de 2015 y agosto de 2016), a nivel nacional, que asciende a 3.206.319 de animales. Las previsiones son que a finales de 2016 los sacrificios se aproximarán a los 3,5 millones de cerdos, de los cuales se estima que unos 600.000-700.000 serán de bellota (correspondientes a la montanera pasada), 600.000-700.000 de cebo de campo y el resto de cebo.
Norma de calidad
Por otro lado, Asaja Córdoba valora positivamente la implantación de la norma de calidad del ibérico, pero traslada la necesidad de mejorarla, concretamente por la Superficie Arbolada Cubierta (SAC) recogida en esta norma, determinando que “se deben corregir algunas disfunciones que perjudican gravemente a la carga ganadera en montanera”, por lo que es necesario que se incluyan otros parámetros para valorar la producción de bellota además del actual.
En el Valle de Los Pedroches, se sitúan algunas de las mejores dehesas de España, con una elevada densidad de encinas, pero, a pesar de ello, “muchas explotaciones se quedan por debajo del 30% de SAC y por lo tanto se quedan por debajo de un cerdo por hectárea”.
Esta situación les perjudica frente a otras zonas cuyos suelos son más pobres, con mayor pendiente y suelos con superficie arbolada cubierta muy superior al 35%. Este método de cálculo de la SAC “favorece a fincas con una producción de bellota baja o incluso con suelos de elevada pendiente e invadidos de matorral frente a dehesas con suelos de poca pendiente con árboles frondosos y donde la producción y el aprovechamiento de la bellota es mucho mayor”.
De este modo, se expuso que el método utilizado para la determinación de la fracción de cabida cubierta es un método de determinación genérica que “no ha podido técnicamente tener en cuenta la calidad y sobre todo el potencial productivo de las quercíneas”. Por ello, se ha destacado que “es muy importante diferenciar si el arbolado de la parcela es predominantemente encinas, alcornoque o quejigo, ya que la producción de bellota no es la misma o si se trata de una dehesa cuidada, en la que las encinas se podan para que la producción de bellota sea mayor e incluso dependiendo del año se tratan fitosanitariamente para combatir plagas que podrían disminuir la producción”.