Los precios medios de la leche de vaca pagada a los ganaderos en España, pese a ser un país deficitario en su relación producción-consumo, se encontraban bastante por debajo de la media de la Unión Europea en enero pasado, según los últimos datos de la Comisión Europea. Frente a los 33,4 €/100 kg de media en la UE a 28, en España estaban a 30,7 €/100 kg, más de un 8% y 2,7 euros/100 kilos por debajo.
Los precios de la leche de vaca en España estuvieron muy por debajo de la media de la UE en enero
Por detrás de nuestro país, solo estaban Lituania (30,3 €/100 kilos); Polonia (30,2 €/100 kg); Reino Unido (29,9 €/100 kg); Hungría (29,5 €/100 kg); Eslovaquia (29,2 €/100 kg); Eslovenia (28,6 €/100 kg); Portugal (28,3 €/100 kg), y República Checa (28 €/100 kg).
Entre los principales productores de la UE, Francia contaba con unos precios medios de 34,2 €/100 kg; Alemania a 34,1 €/100 kg; Holanda a 34,5 €/100 kg); Dinamarca, a 35,5 €/100 kg; Italia a 36,3€/100 kg, etcétera.
En relación a enero de 2016, los precios medios de la leche de vaca eran superiores en un 3% a los precios de enero de este año, frente al incremento medio en la UE-28 del 12%. Sólo en Grecia (-7%), Reino Unido (-3%), Chipre (-2%); Finlandia (-2%), Portugal (-1%), Croacia (0%) y Malta (+2%) tenían un incremento inferior en ese periodo a nuestro país.
Durante la crisis del pasado año, España había visto bajar sus precios menos que otros países e incluso estaba por encima de la media comunitaria. Si se compara mayo de 2015 con mayo de 2016, los precios bajaron un 5% en España, frente al 14% del descenso de la media de la UE. Este menor descenso fue debido, según algunas fuentes, a las particularidades de nuestro mercado, así como al efecto inicial del Acuerdo por la estabilidad y sostenibilidad del sector lácteo, que firmaron ASAJA, Cooperativas Agro-alimentarias, FENIL y buena parte de la distribución comercial.
Ahora, en cambio, cuando se está produciendo sobre todo en el resto de Europa una recuperación sostenida de los precios de la leche de vaca, dicho acuerdo no se está mostrando tan “eficaz” como entonces, dado que en España se han quedado bastante rezagados respecto a la media de la UE y de la mayor parte de los principales países productores.
Varios pueden ser los motivos, pero algunos parecen claros, como son la falta de desarrollo del Acuerdo en los asuntos aún pendientes, como son la regulación de los primeros compradores, la creación y desarrollo de un modelo contractual entre industria y distribución de corte similar a los existentes entre productores e industria en el Paquete lácteo; la ausencia de promoción y de medidas concretas para la defensa de la sostenibilidad económica del sector, etcétera.
También hay que apuntar otro mucho más evidente, como es que, por lo general, la distribución, en la negociación de las plantillas con la industria láctea, no quiere ni oír hablar de una subida de los precios de la leche UHT o de otros productos derivados que tenga luego que repercutir en los PVP consumidor. Y si la distribución, que es la que manda en este sector y tiene casi todo el poder de negociación, no quiere, poco pueden hacer el resto de los eslabones. Esta situación constituye un auténtico freno para seguir la estela de los mayores incrementos de los precios en otros países europeos o de, al menos, estar en la media comunitaria de precios.
Podría apuntarse también otro factor, como es la falta de suficiente diversificación de la producción de leche de vaca en España, que la hace aún muy dependiente de su comercialización como leche líquida UHT, frente a la de otros países que la derivan mucho más hacia productos industriales con mayor valor añadido.