Durante el periodo 2002-2014 se ha evaluado la susceptibilidad de cuarenta variedades de almendro, tanto de floración tardía como temprana, a las principales enfermedades de la parte aérea en la red de seis campos de variedades que el Ifapa tiene establecida en Andalucía. En este periodo, la susceptibilidad a lepra sólo se evaluó en los campos y años en que esta micosis presentó una severidad lo suficientemente elevada que permitiera su cuantificación. Debido a la baja incidencia de la lepra durante este periodo, tan solo se han podido realizar dos evaluaciones en campos y años diferentes. En este artículo se presentan los resultados obtenidos en estas dos evaluaciones.
Susceptibilidad varietal del almendro a la lepra o abolladura en Andalucía
A. Ollero-Lara, M. Lovera, L.F. Roca, O. Arquero, A. Trapero. 1 Departamento de Agronomía, Universidad de Córdoba. 2 Departamento de Fruticultura Mediterránea, IFAPA, Córdoba.
El cultivo del almendro es, aparentemente, un frutal en retroceso a la vista de la superficie reflejada en la “Encuesta sobre superficies y rendimientos de cultivos” (Esyrce 2004-2015) elaborada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama).
En España, el cultivo ha pasado de las 672.000 hectáreas en 2004 a las 580.000 ha de 2015 y en Andalucía, de 169.000 a 152.000 ha. Sin embargo, al desglosar las superficies cultivadas en España, se observa que la superficie de almendro en regadío ha pasado de 35.000 ha en 2004 a 53.000 ha en 2015, y en Andalucía de 5.350 a 10.936 ha, donde a excepción de Almería, la superficie en regadío de almendro ha aumentado en todas sus provincias.
Los cambios en cuanto a superficie se deben a que el cultivo del almendro está siendo abandonado en zonas con malas condiciones edafoclimáticas y orográficas, en las que es un cultivo marginal con una productividad inferior a los 150 kg/ha de almendra grano.
El alza del consumo ha determinado un incremento en el precio de la almendra, que está propiciando la expansión del cultivo hacia zonas con suelos y clima más adecuados para el cultivo, con instalación de riego y con la aplicación de técnicas de cultivo tendentes a lograr el máximo potencial productivo de esta especie, que puede situarse sobre los 3.000 kg/ha.