Debatir sobre las consecuencias que el Brexit tendrá para el sector cárnico. Este ha sido el principal objetivo de la jornada organizada por el Consorcio del Chorizo Español, en la que se han dado cita más de 70 personas y en la que se ha analizado desde diferentes puntos de vista las posibles derivaciones de la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
El Consorcio del Chorizo Español debate sobre las consecuencias del Brexit
En el evento, que comenzó con la bienvenida de Juergen Foecking, director adjunto de la representación en España de la EU, expertos de diferentes áreas han debatido sobre la situación a la que el sector cárnico se enfrentará en los próximos años, de cara a las exportaciones de las empresas españolas.
Alfonso Alcázar, presidente del Consorcio del Chorizo Español, expuso la importancia del mercado británico para la Asociación, ya que se trata del segundo –después de Francia- con más de 313.000 kilos comercializados en 2016.
KPMG, de la mano de su socio, Antonio Hernández, señaló que las consecuencias sobre la economía de Reino Unido y el resto de la UE dependerán de la duración de las negociaciones, del escenario comercial y financiero resultante de las mismas y de su impacto en materia arancelaria y regulatoria.
Miguel Pardo, director de Totum, empresa enfocada a conseguir los beneficios que se derivan del mejor mantenimiento, garantizando el aumento de productividad con reducción de costes, ofreció las claves para ser más competitivo en este nuevo escenario “con un buen control de costes y “hacer más con lo mismo”. Además, hay que aprovechar las fortalezas y oportunidades que brinda esta situación, como la posibilidad de expandir y modernizar la industria o lograr un crecimiento sostenible en mercado exterior.
Por su parte, Victoria Marín Santos, representante de EMPS, planteó cómo el Brexit va a suponer “el cambio más dramático -e inédito- operado en el sistema de marcas de la Unión Europea desde su creación” ya que se plantea el interrogante de si las marcas de la Unión Europea seguirán manteniendo su vigencia en un Reino Unido post-Brexit. Ante las diferentes posibilidades, la más probable sería que Reino Unido aprobará unas leyes internas para “validar” o “extender” las marcas de la UE existentes en su territorio.
Tras el descanso, Enrique Couto, cofundador de VisualPolitik, ofreció su visión sobre situación, señalando que “la ruptura es el escenario menos probable”. Además añadió que los pronósticos negativos ya fallaron cuando el Reino Unido rechazó el euro, y recalcó la fortaleza de la economía británica, con datos como la estabilización de la libra, una tasa de paro del 4,6%, entre otros aspectos. Además, señaló, “no se puede olvidar que Reino Unido ya cumple la legislación comunitaria.
El transporte marítimo de corta distancia es otro de los aspectos que se verá afectado por el Brexit, tal y como expuso Pablo Fernández, director comercial de la Autoridad Portuaria de Gijón. También se contó con la presencia de Agustín Velilla, subdirector general de Comercio Internacional de Productos Agroalimentarios, quien habló sobre las implicaciones del Brexit en este sector.
La última ponencia corrió a cargo de Alejandro Negro, consejero de Cuatrecasas, quien se centró en las implicaciones jurídicas del Brexit, que afectará a diferentes áreas como el acceso del Reino Unido al Mercado Interior (tarifas aduaneras); la limitación a las libertades comunitarias (trabajadores, establecimiento, prestación de servicios, capitales); el reconocimiento de resoluciones judiciales. Procedimientos de financiación e insolvencias; la protección de los derechos intelectuales; la investigación y desarrollo industrial y académico; la nueva sede de la Agencia Europea de los Medicamentos; o la autoridad Bancaria Europea, entre otros muchos temas.
La jornada se cerró con una mesa redonda moderada por Mónica Prado, jefa de área de Economía de Antena 3, y la participación de Miguel Vela y Laura García, de la empresa SAI Global, y de Javier Briones, de Industrias Cárnicas Tello, en la que se debatió sobre si las empresas que cumplen con la normativa de calidad exigida por la normativa de la UE necesitarán superar auditorias extra para poder comercializar sus productos en Reino Unido o el riesgo de que se comercialicen productos de menor calidad en el mercado británico con la entrada de competidores más agresivos en política de precios.