El segundo viernes de octubre países de todo el mundo celebran desde 1996 el Día Mundial del Huevo, una iniciativa de la Comisión Internacional del Huevo (IEC, por sus siglas en inglés) que recuerda la importancia de este alimento y sus ventajas para la nutrición, la salud y la sostenibilidad económica del medio rural en todo el mundo.
Casi 1.200 granjas y 44 millones de gallinas forman el sector español del huevo
El tejido productivo del huevo español lo forman 1.193 granjas registradas para producción de huevos de gallina, además de 862 centros de embalaje de huevos y 31 industrias de fabricación de ovoproductos, según los datos oficiales de los Ministerios de Agricultura y Sanidad.
Son en general pequeñas y medianas empresas familiares, ubicadas en el medio rural de toda España, que contribuyen a su desarrollo económico con una actividad estable. Un sector moderno y eficiente, que ha realizado importantes inversiones en tecnología y equipamientos.
Las granjas españoles están en su mayoría unidas al centro de embalaje que recoge, clasifica y envasa los huevos y los distribuye a las tiendas. Por eso el huevo llega desde la gallina al consumidor entre uno y tres días de media. Una cadena de comercialización tan corta favorece la trazabilidad total, la frescura y la calidad del huevo y optimiza costes.
Los profesionales del sector (empresarios, granjeros, nutricionistas, veterinarios o responsables de calidad, entre otros) aplican los requisitos del exigente Modelo Europeo de Producción de huevos y hacen de la avicultura de puesta española una de las más eficientes de la Unión Europea.
En 2016 las granjas comerciales españolas alojaban a 43,6 millones de gallinas ponedoras, y la producción de huevos fue de 1.126 millones de docenas (un 95% de ellos, de mesa y el resto de incubar). La facturación alcanzó los 991 millones de euros. El sector del huevo supone el 2,1% de la producción final agraria y el 6,1% de la producción final ganadera. En la UE, España aporta el 12% de la producción total de huevos.
Las principales regiones productoras de huevos son Castilla-La Mancha, Castilla y León, Aragón, Cataluña, Comunidad Valenciana y Andalucía.
España exporta un 15% de su producción, en 2016 unas 106.000 t de huevos y ovoproductos, de las que 74.453 fueron huevos de consumo. De ellos 33.531 (el 45% del total) se enviaron a países terceros.
La directora de la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), Mar Fernández, destaca que “los avicultores españoles y europeos son competitivos en el mercado mundial, en buena medida por la confianza que genera aplicar el Modelo Europeo de Producción, el más exigente del mundo. Es importante que la UE mantenga sus elevados estándares, y también que exija las mismas condiciones a los productos importados en las negociaciones comerciales de libre comercio. El sector productor de huevos y el tejido económico vinculado a él dependen de ello”.
Los avicultores reivindican que en los acuerdos comerciales la UE defienda su modelo y a sus productores. La convergencia de los modelos productivos de las partes es imprescindible para que los respectivos productos accedan al mercado en igualdad de condiciones. La UE tiene abiertas actualmente, entre otras, las negociaciones con India y MERCOSUR, importantes productores y exportadores de huevos, con modelos regulatorios y costes muy diferentes de los de la UE.
Otros desafíos para el sector en estos momentos son:-
-Afrontar los riesgos derivados de la aparición periódica de la influenza aviar en Europa, que condiciona la actividad de los productores y las relaciones comerciales con países terceros.
-Recuperar la confianza de los consumidores en la producción comunitaria, puesta a prueba recientemente en muchos países con el caso de los huevos contaminados por fipronil.
-Los ataques de activistas veganos contra la producción ganadera, entre ellas la de huevos, que han encontrado eco en empresas de la distribución. Exigen cambios en los sistemas productivos a un ritmo que no responde a la demanda de los consumidores españoles.
-Mantener e impulsar la demanda de huevos y ovoproductos, tanto interior como exterior, apoyado en la buena imagen del huevo como alimento nutritivo y muy valioso en la dieta y la salud, alineado con las nuevas tendencias y hábitos de consumo moderno.